Yo le quitaré el reino a Salomón porque dejó de seguirme y es devoto de Astarté, la diosa falsa de Sidón. También adora a Quemós, el dios falso de Moab, y a Moloc, el dios falso de los amonitas. Salomón dejó de hacer lo que yo considero correcto. Ya no obedece mis decretos y no tiene presente mis decisiones, a diferencia de su papá David.
En una colina junto a Jerusalén, Salomón construyó un lugar para adorar a Quemós, el ídolo horrible de los moabitas. En la misma colina, Salomón construyó un lugar para adorar a Moloc, ídolo horrible de los amonitas.
Entonces Elías dijo: —¡Atrapen a los profetas de Baal! ¡Que no escape ninguno! Así que la gente los capturó y Elías los llevó al arroyo Quisón y los mató a todos.
El SEÑOR se enojó muchísimo con él y le mandó un profeta que le dijo: —¿Por qué sigues a los dioses de una nación a la que ellos mismos no pudieron librar de tus manos?
Vengan y reúnanse ustedes, los sobrevivientes de las naciones, acérquense todos. Son unos ignorantes los que cargan imágenes de madera en procesión y le rezan a un dios que no los puede salvar.
»Por confiar en tus obras y en tus riquezas, tú también serás capturada. Así que tu dios Quemós saldrá al exilio, junto con sus sacerdotes y altos funcionarios.
Con seguridad que puedes vivir en la tierra que te ha dado tu dios Quemós. De igual forma, nosotros vamos a vivir en la tierra que el SEÑOR nuestro Dios nos ha dado.