Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Jeremías 27:6 - Biblia Palabra de Dios para Todos

6 Y ahora he entregado todas estas tierras en manos de mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia. Le he entregado hasta los animales salvajes para que estén a su servicio.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

6 Y ahora yo he puesto todas estas tierras en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo, y aun las bestias del campo le he dado para que le sirvan.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Ahora entregaré estos países al rey Nabucodonosor de Babilonia, quien es mi siervo. He puesto todo bajo su control, aun los animales salvajes.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Ahora bien, acabo de entregar todos estos países a mi mayordomo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y le he entregado hasta las bestias del campo para que le sirvan.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

6 Y ahora Yo he entregado todas estas tierras en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, siervo mío, e incluso le he entregado las bestias del campo para que le sirvan.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Pues bien, ahora entrego todos estos países en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia mi siervo, y hasta las bestias salvajes le entrego para que le sirvan.

Gade chapit la Kopi




Jeremías 27:6
19 Referans Kwoze  

Le dio buen trato y le favoreció con un puesto más importante que el de los otros reyes que estaban con él en Babilonia.


«Ciro, rey de Persia, decreta lo siguiente: »El SEÑOR, Dios del cielo, me dio todos los reinos de la tierra y me ha encargado que le construya un templo en Jerusalén, que está en el territorio de Judá. Así que todo aquel que pertenezca al pueblo de Dios, que el SEÑOR su Dios lo acompañe y se vaya para allá».


Yo soy quien dice de Ciro: “Es mi pastor”, y estará haciendo mi voluntad cuando diga acerca de Jerusalén: “Que sea reconstruida”, y cuando diga del templo: “Que nuevamente se echen sus cimientos”».


Y después entregaré a Sedequías, rey de Judá, a sus siervos, a su pueblo y a todos los que queden en esta ciudad después de la peste, la guerra y el hambre, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en manos de los enemigos que quieren quitarles la vida. Nabucodonosor los matará a filo de espada. No les tendrá compasión, clemencia ni piedad. Es la decisión del SEÑOR”.


Te entregaré a Nabucodonosor, rey de Babilonia, a los babilonios que quieren matarte y a los que tanto temes.


Después de que Nabucodonosor, rey de Babilonia, deportó de Jerusalén a Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, junto con los jefes de Judá, los artesanos y los cerrajeros de Jerusalén, el SEÑOR me mostró dos canastos de higos que estaban frente al templo del SEÑOR.


reuniré los ejércitos de todos los pueblos del norte, dice el SEÑOR, y también a mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia. Los traeré a todos contra este país, contra sus habitantes y contra todas las naciones vecinas. Las destruiré y las convertiré para siempre en objeto de horror, burla y rechazo.


Porque el SEÑOR Todopoderoso, el Dios de Israel, dice: “He colocado un yugo de hierro en el cuello de estas naciones para que se sometan a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y ellas le servirán a él. También, le he dado a él los animales salvajes”».


Entonces diles que esto dice el SEÑOR Todopoderoso, Dios de Israel: “Voy a mandar llamar a mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia. Sobre estas piedras que he escondido aquí voy a colocar su trono, y él extenderá su toldo real sobre ellas.


¡Huyan, escóndanse, habitantes de Jazor!, dice el SEÑOR. Porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, ha trazado un plan contra ustedes.


Entonces convertiré a Egipto en una de las tierras más desoladas. Sus ciudades estarán en ruinas por 40 años, y esparciré a los egipcios entre las otras naciones.


Fortaleceré el brazo del rey de Babilonia y pondré la espada en su mano. Luego quebraré los brazos del faraón y gemirá como si estuviera herido de muerte.


Sus hojas eran hermosas y sus frutos abundantes. Tenía suficiente comida para todo el mundo. Los animales salvajes se refugiaban bajo su sombra y las aves hacían sus nidos en las ramas. Todos los animales encontraban alimento allí.


Majestad, usted es ese árbol; usted que se hizo grande y poderoso. Su grandeza llega hasta el cielo y su dominio se extiende por todo el país.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite