Jeremías 11:13 - Biblia Palabra de Dios para Todos
13 Judá, tú tienes tantos dioses como ciudades; y los habitantes de Jerusalén han puesto tantos altares como calles para quemar incienso a lo vergonzoso, a Baal.
13 Porque según el número de tus ciudades fueron tus dioses, oh Judá; y según el número de tus calles, oh Jerusalén, pusiste los altares de ignominia, altares para ofrecer incienso a Baal.
13 Miren ahora, gente de Judá: ustedes tienen tantos dioses como ciudades. Tienen tantos altares vergonzosos —altares para quemar incienso a su dios Baal— como calles hay en Jerusalén.
13 ¡Porque tan numerosos como tus ciudades son tus dioses, Judá! E igual al número de las calles de Jerusalén es la cantidad de altares que ustedes han levantado para ofrecer incienso a Baal.
13 Oh Judá, tus dioses son según el número de tus ciudades; y según el número de tus calles, oh Jerusalem, habéis erigido altares de lo vergonzoso:° los altares para quemar incienso a Baal.
13 Pues cuantas son tus ciudades, tantos son tus dioses, Judá; y cuantas son las calles de Jerusalén, tantos son los altares que habéis erigido a la vergüenza, altares para incensar a Baal.
Destruyó los santuarios que Salomón había hecho construir al oriente de Jerusalén, en la colina del Destructor, cuyos sacerdotes estaban al lado sur de la colina, y que estaban dedicados a Astarté la diosa abominable de los sidonios, a Quemós, el ídolo abominable de los moabitas, y a Moloc, el ídolo abominable de los amonitas.
»El SEÑOR Todopoderoso, el que te sembró, ha ordenado una desgracia contra ti por culpa de la maldad del pueblo de Israel y del pueblo de Judá. Ellos mismos se causaron este sufrimiento al provocar mi ira ofreciéndole incienso a Baal».
Pues mi pueblo me ha olvidado y queman animales en sacrificio que no son nada. Se han desviado de su camino, del camino antiguo, para andar por trochas y no por el camino verdadero.
Porque ellos me han abandonado transformando este lugar. Han quemado incienso para otros dioses que ni ellos ni sus antepasados ni los reyes de Judá conocían. Han llenado este lugar con la sangre de gente inocente.
Han construido altares donde queman a sus hijos en honor a dioses falsos. Presentan ofrendas religiosas a Baal que yo nunca ordené ni mencioné y ni siquiera imaginé.
Que nuestra vergüenza nos haga humillarnos cubiertos por nuestra desgracia por haber pecado contra el SEÑOR nuestro Dios, nosotros y nuestros antepasados, desde nuestra juventud hasta el día de hoy no hemos obedecido la voz del SEÑOR nuestro Dios».
Ellos también construyeron altares a Baal en el valle de Ben Hinón para quemar a sus hijos e hijas y ofrecérselos a Moloc. Yo no les ordené que hicieran eso y nunca imaginé que harían algo tan terrible. Al hacer todo esto hicieron pecar a Judá”.
—¿Creen ustedes que el SEÑOR no se acuerda o no se daba cuenta de que ustedes, sus antepasados, sus reyes, sus jefes y el pueblo en general, ofrecían incienso en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?
Israel era como una viña reverdecida que producía mucho fruto. Pero entre más frutos daba, más altares construía para los dioses falsos. Cuanto mejor se volvía la tierra, mejores monumentos hacía para honrar a sus dioses.
Pero la gente de Galaad ha pecado y en Guilgal son mucho peor: sacrifican toros y construyen muchísimos altares como hileras de rocas cerca de los campos de cultivo.
«Cuando encontré a Israel, ellos eran como uvas en medio del desierto. Sus padres eran como los primeros higos de la higuera al comienzo de la estación. Pero después, ellos se fueron a Baal Peor y se dedicaron a hacer cosas vergonzosas. Se volvieron igual de detestables que los dioses que adoraban.