Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Génesis 31:3 - Biblia Palabra de Dios para Todos

3 El SEÑOR le dijo a Jacob: «Regresa a la tierra de tus padres, donde naciste. Yo estaré contigo».

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

3 También Jehová dijo a Jacob: Vuélvete a la tierra de tus padres, y a tu parentela, y yo estaré contigo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Entonces el Señor le dijo a Jacob: «Regresa a la tierra de tu padre y de tu abuelo, y a tus parientes de allí y yo estaré contigo».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Entonces Yavé dijo a Jacob: 'Regresa a tu patria, a la tierra de tus padres, pues yo estaré contigo.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Entonces YHVH dijo a Jacob: Vuélvete a la tierra de tus padres y a tu parentela, y Yo estaré contigo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Yahveh dijo entonces a Jacob: 'Vuelve a la tierra de tus padres y a tu parentela. Yo estaré contigo'.

Gade chapit la Kopi




Génesis 31:3
26 Referans Kwoze  

Todas las tierras que ves te las daré a ti y a tus descendientes para siempre.


En ese tiempo Abimélec y Ficol, el jefe de su ejército, le dijeron a Abraham: —Dios está contigo en todo lo que haces.


El SEÑOR se le apareció esa noche y le dijo: «Yo soy el Dios de tu papá Abraham. No tengas miedo que yo estoy contigo. Te daré mi bendición y haré que tengas muchos descendientes por causa de mi siervo Abraham».


Vio que el SEÑOR estaba parado a su lado y que le dijo: «Yo soy el SEÑOR, Dios de tu antepasado Abraham y Dios de Isaac. Les daré a tus hijos la tierra en la que ahora estás acostado.


Mira, estoy contigo, te protegeré dondequiera que vayas y te volveré a traer a esta tierra. No te abandonaré y cumpliré lo que te acabo de decir».


Que los bendiga a ti y a tus hijos como bendijo a Abraham y que te conviertas en el dueño de la tierra donde tú viviste como extranjero, la cual Dios le dio a Abraham».


Cuando Raquel dio a luz a José, Jacob le dijo a Labán: —Déjame regresar a mi propio hogar.


Yo soy el Dios de Betel donde tú hiciste un altar y donde me hiciste una promesa. Ahora, levántate de aquí y vuelve a la tierra donde naciste”.


Se llevó todos sus animales y las posesiones que había adquirido en Padán Aram, y se fue hacia donde vivía su papá, Isaac, en la tierra de Canaán.


Luego se dio cuenta de que Labán ya no se portaba con él como antes.


Entonces Jacob mandó a llamar a Raquel y a Lea al campo, donde estaban sus rebaños,


No soy digno de todas las muestras de bondad y lealtad que has tenido conmigo, tu siervo. La primera vez que crucé el río Jordán solo llevaba mi bastón. Ahora tengo tantas cosas, que me pude separar en dos grupos.


Tengo ganado, burros, ovejas, esclavos y esclavas. Mi señor, te mando este mensaje para pedir que nos aceptes”».


Entonces Jacob dijo: «¡Dios de mi abuelo Abraham! ¡Dios de mi papá Isaac! SEÑOR, tú que me dijiste: “Regresa a tu país, al lugar donde naciste, y te haré prosperar”.


Después Dios le dijo a Jacob: «Vete a Betel y quédate a vivir allá. Construye un altar allá al Dios que se te apareció cuando estabas escapando de tu hermano Esaú».


Nos iremos de aquí a Betel. Allá le construiré un altar al Dios que me escuchó cuando tenía problemas y que ha estado conmigo en donde yo he estado.


José les dijo a sus parientes: «Me estoy muriendo, pero con seguridad Dios va a venir a cuidarlos, los va a sacar de este país y los va a guiar hacia la tierra que le prometió a Abraham, Isaac y a Jacob».


Dios es nuestro refugio y fortaleza; siempre está dispuesto a ayudarnos en los momentos difíciles.


Llámame cuando estés angustiado, que yo te rescataré y tú me honrarás».


Danos tantos años de alegría, así como nos diste de aflicción.


Dios le respondió: —Irás porque yo estaré contigo. Esta será la señal de que yo te he enviado: cuando liberes de Egipto a mi pueblo, ustedes vendrán a adorarme en este monte.


No temas, estoy contigo. Yo soy tu Dios, no tengas miedo. Te fortaleceré, sí, te ayudaré. Te salvaré con mi mano victoriosa.


No amen el dinero, sino conténtense con lo que tienen. Porque Dios dijo: «Nunca te abandonaré ni te dejaré solo».


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite