21 Tendrán que lavarse las manos y los pies siempre, o morirán. Esta es una ley perpetua para Aarón y sus descendientes; tendrán que obedecerla de generación en generación».
Aarón y sus hijos se encargarán de que el candelabro esté encendido permanentemente, ardiendo día y noche en la presencia del SEÑOR. Ellos estarán en el primer cuarto de la carpa del encuentro al otro lado de la cortina que separa los dos cuartos. El pueblo de Israel y sus descendientes deben obedecer esta ley por siempre.
Aarón y sus hijos tendrán puesta esa ropa siempre que vayan a la carpa del encuentro y cuando se acerquen al altar para servir en el Lugar Santo. De esa manera no cometerán falta y se librarán de la muerte. Esta es una ley que deben cumplir siempre Aarón y sus descendientes.
Cada vez que entren a la carpa del encuentro o se acerquen al altar para presentar una ofrenda de comida al SEÑOR deben lavarse con agua. De esta forma no morirán.