3 Y tú hablarás a todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado de espíritu de sabiduría, para que hagan las vestiduras de Aarón, para consagrarle para que sea mi sacerdote.
3 Instruye a todos los hábiles artesanos, a quienes he llenado con el espíritu de sabiduría, que confeccionen las vestiduras de Aarón, las cuales lo distinguirán como un sacerdote apartado para mi servicio.
3 Propondrás este trabajo a todos esos hombres expertos a los cuales he llenado yo del espíritu de inteligencia. Harán las vestiduras de Aarón para que sea consagrado como sacerdote mío.
3 Y tú mismo hablarás a todos los sabios de corazón, a quienes he llenado de espíritu de sabiduría, para que hagan las vestiduras de Aarón, a fin de consagrarlo para que me sirva en el sacerdocio.
3 Hablarás a todos los hombres hábiles, a los que he dotado del espíritu de sabiduría, para que confeccionen las vestiduras de Aarón, lo consagres y sea mi sacerdote.
La mamá de Hiram era una viuda israelita de la tribu de Neftalí, el papá era de Tiro y trabajaba el bronce. Hiram tenía mucha destreza, entendimiento y experiencia en la fabricación de artículos de bronce. Así que el rey Salomón pidió que viniera, e Hiram aceptó ir. El rey Salomón lo puso a cargo de todo el trabajo en bronce, e Hiram hizo todo lo que se le encargó.
Les dio también habilidad para realizar los trabajos de carpintero y orfebre, y la destreza para tejer y coser tela azul, morada y roja y lino fino. Además son capaces de realizar cualquier trabajo de planeación y diseño.
»Así que Bezalel, Aholiab y todos los otros que tengan habilidades, harán lo que el SEÑOR les ordenó. El SEÑOR les dio esa capacidad para realizar todo el trabajo necesario para construir este santuario».
El Espíritu del SEÑOR siempre estará con este nuevo Rey. Le dará un espíritu de sabiduría y entendimiento; lo guiará y le dará poder. El Espíritu le permitirá conocer al SEÑOR; así le llenará de un respeto profundo por el SEÑOR.
Ruego que Dios, el Padre glorioso de nuestro Señor Jesucristo, les dé el Espíritu, fuente de sabiduría, quien les revelará la verdad de Dios para que la entiendan y lleguen a conocerlo mejor.
Entonces Josué hijo de Nun se llenó de espíritu de sabiduría porque Moisés había puesto las manos sobre él. Los israelitas lo escucharon a él e hicieron lo que el SEÑOR le había mandado a Moisés.
Todo lo bueno que hemos recibido, todo don perfecto que viene de arriba es de Dios, del Padre creador de los astros del cielo, en quien nunca hay cambio ni sombra.