Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Ester 3:2 - Biblia Palabra de Dios para Todos

2 El rey había dado la orden de que todos los servidores que trabajaran en la puerta del palacio, debían arrodillarse y rendirle honores a Amán. Pero Mardoqueo no se arrodillaba ante él ni le rendía honores.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Y todos los siervos del rey que estaban a la puerta del rey se arrodillaban y se inclinaban ante Amán, porque así lo había mandado el rey; pero Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Todos los funcionarios del rey se inclinaban ante Amán en señal de respeto cada vez que él pasaba porque el rey lo había ordenado; pero Mardoqueo se negó a inclinarse ante él o a rendirle homenaje.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Por orden del rey, todos sus subordinados, responsables del servicio de la Puerta, tenían que arrodillarse y agacharse ante él. Pero Mardoqueo se negó a arrodillarse y a agacharse.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y todos los súbditos del rey que estaban en la puerta real se inclinaban y se postraban ante Amán, porque el rey así lo había dispuesto. Pero Mardoqueo no se inclinaba ni se postraba ante él.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Todos los servidores del rey que estaban en la puerta real se arrodillaban y se postraban ante Amán, pues así lo había mandado el rey. Pero Mardoqueo no se arrodillaba ni se postraba.

Gade chapit la Kopi




Ester 3:2
15 Referans Kwoze  

Lo hizo montar en la segunda carroza real y la gente gritaba frente a él: «¡Abran paso!» Entonces así, el rey lo puso a cargo de toda la tierra de Egipto.


En el momento en que las muchachas fueron reunidas por segunda vez, Mardoqueo estaba trabajando como funcionario real del gobierno en la entrada del palacio.


En aquellos días, cuando Mardoqueo estaba sentado a la puerta del palacio del rey, Bigtán y Teres, dos oficiales del rey que vigilaban la entrada, se molestaron tanto con el rey que planearon la forma de asesinarlo.


En Susa, la ciudad capital, había un judío de la tribu de Benjamín llamado Mardoqueo. Era hijo de Yaír, nieto de Simí y bisnieto de Quis.


Pasado algún tiempo, el rey Jerjes le concedió un ascenso a Amán hijo de Hamedata, el descendiente de Agag. El rey dio a Amán un cargo mucho más alto que el de cualquiera de los otros funcionarios.


Los servidores que trabajaban en la puerta del palacio le preguntaban a Mardoqueo por qué no obedecía la orden del rey.


Amán se enojó mucho cuando vio que Mardoqueo se negaba a arrodillarse ante él para honrarlo.


Amán salió ese día del palacio del rey muy feliz y de buen humor. Cuando pasó frente a la puerta del palacio, vio allí a Mardoqueo, quien al no mostrarle el debido respeto y temor lo hizo enojar.


solo el que se aparte de los que Dios desprecia, y el que respete al que teme al SEÑOR; el que cumpla lo que promete, aunque tenga que sacrificarse para hacerlo;


El SEÑOR le dijo a Moisés: —Escribe este mensaje en un documento para que se le grabe en la mente a Josué: “Quedará solo vaga memoria de los amalecitas. Los voy a destruir por completo”. Así el pueblo nunca olvidará lo que he dicho.


Y dijo: «Tomemos el estandarte del SEÑOR, él siempre va a estar en guerra contra el pueblo de Amalec».


Daniel le pidió al rey que nombrara también a Sadrac, Mesac y Abednego para ocupar cargos importantes en la provincia de Babilonia. El rey hizo lo que Daniel le pidió y Daniel se convirtió en uno de los funcionarios más importantes del rey.


Cuando el SEÑOR tu Dios te dé paz de todos tus enemigos por todos lados en la tierra que él te da para que tomes posesión de ella, deberás borrar de este mundo la memoria de Amalec. ¡Que no se te olvide!


para que se arrodillen ante Jesús todos los que están en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra,


Ve ahora y enfrenta a los amalecitas, destrúyelos por completo a ellos y a todas sus posesiones. No dejes nada vivo; mata a los hombres, a las mujeres, a los niños y a los recién nacidos, los toros y las ovejas y todos sus camellos y asnos”».


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite