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Efesios 5:8 - Biblia Palabra de Dios para Todos

8 porque ustedes estaban antes en la oscuridad, pero ahora están en la luz del Señor. Por lo tanto, vivan como hijos que pertenecen a la luz.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

8 Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Pues antes ustedes estaban llenos de oscuridad, pero ahora tienen la luz que proviene del Señor. Por lo tanto, ¡vivan como gente de luz!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 En otro tiempo ustedes eran tinieblas, pero ahora son luz en el Señor. Pórtense como hijos de la luz,

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 porque en un tiempo erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor: andad como hijos de luz

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 En otro tiempo erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor. Andad, pues, como hijos de luz

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Efesios 5:8
43 Referans Kwoze  

Recuerda tu pacto y protégenos, porque hay violencia en todas las esquinas de este país.


Ven, familia de Jacob, andemos en la luz del SEÑOR.


Convertiré los ríos en tierra seca y secaré también sus lagunas. Guiaré a los ciegos por camino desconocido y por rutas inexploradas. Haré que delante de ellos la oscuridad se convierta en luz y que los caminos escabrosos se allanen. Eso haré y no los abandonaré.


Él dice: «No es suficiente hacer que tú seas mi siervo para restaurar el poder de las tribus de Jacob y traer de regreso a los sobrevivientes de Israel. También te haré luz de las naciones, para que hagas llegar mi salvación a los lugares más remotos de la tierra».


Diré a los prisioneros: “Quedan en libertad”, y a los que están en tinieblas: “Salgan”. Se alimentarán por los caminos y en todo monte árido, encontrarán pastos.


¿Quién de ustedes respeta al SEÑOR y obedece a su siervo? El que ande sin luz en la oscuridad, ponga su confianza en el SEÑOR y apóyese en su Dios.


La gente que caminaba en la oscuridad ha visto una gran luz. Ha brillado una luz para los que vivían en una tierra oscura.


Da gloria al SEÑOR tu Dios antes de que a la madrugada tropiecen tus pies en las montañas. Esperas la luz y se te vuelve tristeza. Se convierte en densa oscuridad, la luz esperas.


Vivan de tal manera que demuestre que realmente han cambiado.


Esa gente vive en la oscuridad, pero han visto una gran luz; una luz ha brillado para ellos que viven en una tierra oscura como la muerte».


Iluminará a los que viven en la oscuridad atemorizados por la muerte. Su luz guiará nuestros pasos hacia el camino que lleva a la paz».


»Más tarde, el patrón elogió al administrador deshonesto porque lo que había hecho era muy astuto. Sí, cuando se trata de negocios con sus semejantes, la gente mundana es más astuta que la gente espiritual.


La Luz verdadera que ilumina a todo ser humano entraba al mundo.


Luego Jesús les dijo: —La luz va a estar con ustedes solo por poco tiempo. Caminen mientras la tienen, y así la oscuridad no los sorprenderá. Pues el que camina en la oscuridad no sabe por dónde va.


Mientras que tengan la luz, crean en ella para que se conviertan en hijos de luz. Jesús dijo esto y se fue lejos escondiéndose de ellos.


Yo he venido al mundo como una luz para que todos los que creen en mí no estén en la oscuridad.


Luego Jesús les habló otra vez y dijo: —Yo soy la luz del mundo. El que me sigue nunca andará en la oscuridad, sino que tendrá la luz que da vida.


En el pasado, la gente no entendía a Dios y él pasó por alto esa época de ignorancia. Sin embargo, ahora ordena a todo ser humano que cambie su manera de pensar y de vivir.


Tu misión será abrirles los ojos para que salgan de la oscuridad y entren a la luz; para que pasen del poder de Satanás al poder de Dios. Así conseguirán el perdón de sus pecados y un lugar junto a todos aquellos que se han purificado por la fe que tienen en mí”.


Aunque los seres humanos conocían a Dios, no lo respetaron como él merece ni le dieron gracias. Terminaron pensando bobadas y se cerraron al entendimiento.


La noche ya se está acabando y el día está por comenzar. Entonces dejemos a un lado las obras de la oscuridad y pongámonos las armas de la luz.


Estás convencido de que eres como el guía para un ciego, o la luz para los que están en la oscuridad.


Por medio de él, ustedes pertenecen a Jesucristo, quien se ha convertido en la sabiduría de Dios para nosotros. Por medio de Cristo, Dios nos aprueba, nos santifica y nos libra del pecado.


Con la cara descubierta, todos nos quedamos mirando fijamente la gloria del Señor, y así somos transformados en su imagen cada vez con más gloria. Este cambio viene del Señor, es decir, del Espíritu.


El mismo Dios que dijo: «La luz brillará en la oscuridad», iluminó nuestro corazón para que conociéramos su gloria que brilla en el rostro de Jesucristo.


Ustedes no son iguales a los que no tienen fe en Cristo. Entonces no se junten con ellos. ¿Acaso hay algo en común entre la justicia y la injusticia? ¿Cómo puede estar la luz junto con la oscuridad?


Ya que el Espíritu nos da vida, debemos dejarlo que nos guíe.


Antes vivían pecando, igual que todo el mundo, y se dejaban guiar por el que gobierna las fuerzas de maldad que están en el aire y que todavía actúa por medio de los que desobedecen a Dios.


Su entendimiento está oscurecido porque están separados de la vida que viene de Dios y porque son ignorantes debido a lo terco que es su corazón.


Sigan el camino del amor así como Cristo nos amó y ofrendó su vida por nosotros como un sacrificio voluntario cuyo agradable olor sube a Dios.


Nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra gobernantes, contra autoridades, contra poderes de este mundo oscuro y contra fuerzas espirituales malignas del cielo.


darán gracias al Padre por considerarnos dignos de compartir la herencia que tiene preparada para todos los que pertenecen al pueblo de Dios y viven en la luz.


Dios nos rescató del poder de la oscuridad y nos hizo entrar al reino de su Hijo amado,


Antes nosotros también éramos insensatos; no obedecíamos y estábamos perdidos. Éramos esclavos de toda clase de placeres y deseos, éramos malvados y envidiosos. Los demás nos odiaban y nosotros a ellos.


Pero si continuamos viviendo en la luz como Dios vive en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, continúa purificándonos de todo pecado.


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