Daniel 7:11 - Biblia Palabra de Dios para Todos11 Yo seguía impresionado mirando la boca del cuerno que alababa su gran poder. Mientras tanto mataron a la bestia, la destrozaron y la quemaron. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196011 Yo entonces miraba a causa del sonido de las grandes palabras que hablaba el cuerno; miraba hasta que mataron a la bestia, y su cuerpo fue destrozado y entregado para ser quemado en el fuego. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente11 Yo seguí mirando porque podía oír las palabras arrogantes del cuerno pequeño. Seguí mirando hasta que mataron a la cuarta bestia y su cuerpo fue destruido por el fuego. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)11 Las palabras insolentes que habían sido pronunciadas por el cuerno habían sembrado un gran desorden. Mientras estaba mirando, mataron al animal, su cadáver fue destruido y arrojado al fuego ardiente. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion11 Yo miraba entonces a causa del sonido de las grandes palabras que hablaba el cuerno: miraba hasta que la bestia fue muerta, y su cuerpo destruido y entregado al fuego devorador. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197511 Seguía yo observando, atraído por el estruendo de las palabras grandilocuentes que el cuerno decía; y, mientras yo miraba, vi que daban muerte a la bestia y que su cuerpo era despedazado y arrojado a las llamas. Gade chapit la |
Ese rey será muy inteligente, pero su inteligencia la usará para sus trampas y para la destrucción de muchos. Traicionará a muchas personas y las destruirá cuando menos se lo esperen. Se creerá muy importante y se enfrentará al Príncipe de príncipes, pero ese rey será destruido y su destrucción no será por manos humanas.
Después vi unos tronos y los que estaban sentados en ellos habían recibido el poder de juzgar. También vi a las almas de los que habían sido decapitados por dar testimonio sobre Jesús y anunciar el mensaje de Dios. Ellos no habían adorado a la bestia ni a su imagen y no habían recibido la marca de la bestia ni en su frente ni en la mano. Ellos volvieron a vivir y reinaron con Cristo durante mil años.