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Cantares 2:10 - Biblia Palabra de Dios para Todos

10 Mi amado me dijo: «Levántate, amada mía; ven conmigo, preciosa.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

10 Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Mi amante me dijo: «¡Levántate, amada mía! ¡Ven conmigo, mi bella mujer!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Mi amado empieza a hablar y me dice:

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Mi amado habló, y me dijo: Él ¡Oh amada mía, hermosa mía, levántate y sal conmigo!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Mi amado me llama y me dice: ¡Levántate, amada mía, hermosa mía, y ven!

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Cantares 2:10
18 Referans Kwoze  

El Dios de Israel me ha hablado, el refugio de Israel me ha dicho: “El que gobierne a la gente con justicia, respetando a Dios,


Yo prestaré atención a lo que dice el SEÑOR Dios. Él hablará de paz para su pueblo, para su gente fiel, siempre y cuando no vuelvan a la vida sin sentido que vivían antes.


¡Oh, amada mía, eres hermosa! ¡Eres realmente muy hermosa! Tus ojos son palomas.


Amada mía, ¡cuánto llamas la atención de los hombres! Eres como una yegua que se destaca entre los caballos del ejército de faraón.


Mira que ya no hace frío y ha dejado de llover.


La higuera madura sus higos, y las viñas en flor esparcen su fragancia. Levántate, amada mía; ven conmigo, preciosa.


¡Escuchen! ¡Es la voz de mi amado! ¡Mírenlo! Allá viene presuroso saltando entre las montañas y brincando por los cerros.


Yo duermo, pero mi corazón vela. Escucha, mi amado llama: «Ábreme la puerta, amada mía, mi compañera, mi paloma, mi amada perfecta. Ábreme la puerta, que mi cabeza está cubierta de rocío y la lluvia de la noche ha mojado mi cabello».


El SEÑOR se le apareció desde la distancia y le dijo: «Con amor eterno te he amado y por eso te sigo mostrando mi fiel amor.


Jesús ya se iba cuando vio a un hombre llamado Mateo sentado en el lugar donde se pagaban los impuestos. Jesús le dijo: «Sígueme». Entonces Mateo se levantó y lo siguió.


Me preocupo por ustedes, tal como lo hace Dios, pues yo prometí entregarlos en matrimonio a un solo esposo: Cristo. A él quiero presentarlos como una virgen pura.


El Espíritu y la novia del Cordero dicen: «¡Ven!» Que todos los que escuchen también digan: «¡Ven!» Que todo el que tenga sed y quiera, venga y beba gratis del agua de la vida.


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