Cantares 1:8 - Biblia Palabra de Dios para Todos

⁸ ¿Cómo no vas a saber dónde encontrarme, tú que eres la mujer hermosísima? Si no lo sabes, sigue las huellas del rebaño y lleva a pastar a tus cabritos, junto a las carpas de los pastores.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁸ Si tú no lo sabes, oh hermosa entre las mujeres, Ve, sigue las huellas del rebaño, Y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ Oh, más hermosa mujer, si no lo sabes, sigue las huellas de mi rebaño y apacienta tus cabritos junto a las carpas de los pastores.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ ¡Oh la más bella de las mujeres!, si no estás consciente de quién eres, sigue las huellas de las ovejas, y lleva tus cabritas a pastar junto a las tiendas de los pastores.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ Coro Si no lo sabes, ¡oh tú, la más hermosa de las mujeres! Sal tras las huellas del rebaño, Y apacienta tus cabritas Junto a las cabañas de los pastores.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ Si lo ignoras, la más hermosa de las mujeres, ve siguiendo las huellas del rebaño, y apacienta tus cabrillas junto al aprisco de los pastores.

Cantares 1:8 Referans Kwoze

Salmos 16:3

Y al mismo tiempo dijeron a los dioses santos del país: «Ustedes también son fuertes y muy agradables».

Salmos 45:11

para que así el rey pueda admirar tu belleza, pues él es tu esposo y debes honrarlo.

Salmos 45:13

Su novia es una princesa que hace su entrada luciendo un vestido hermoso bordado en oro.

Proverbios 8:34

Afortunado el que me escucha, el que se presenta a mi puerta diariamente, esperando a la entrada de mi habitación.

Cantares 1:15

¡Oh, amada mía, eres hermosa! ¡Eres realmente muy hermosa! Tus ojos son palomas.

Cantares 2:10

Mi amado me dijo: «Levántate, amada mía; ven conmigo, preciosa.

Cantares 4:1

Qué bella eres, amada mía, eres realmente muy hermosa. Tus ojos parecen dos palomas detrás de tu velo. Tu cabello es largo y ondulado; cae como un rebaño de cabras que baja por los montes de Galaad.

Cantares 4:10

Amada mía, ¡tu amor es maravilloso! Es más dulce que el vino. ¡El olor de tu piel es mucho mejor que el de cualquier otra fragancia exquisita!

Cantares 4:7

Amada mía, ¡todo en ti es hermoso! No hay en ti ningún defecto.

Cantares 5:9

Bella entre las bellas, ¿qué tiene tu amado que no tengan otros hombres? ¿Qué tiene él que no tengan los demás para que nos pidas hacer esa promesa?

Cantares 6:1

Oh, hermosa mujer, ¿a dónde fue tu amado? ¿Qué camino tomó? Dínoslo para que podamos ayudarte a buscarlo.

Jeremías 6:16

Esto dice el SEÑOR: «Párense en los caminos y miren, pregunten por los senderos antiguos, busquen el buen camino y sigan por él. Así encontrarán descanso. Pero ustedes han dicho: “No queremos seguir el buen camino”.

Juan 21:15

Cuando acabaron de desayunar, Jesús le dijo a Simón Pedro: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más de lo que me aman ellos? Pedro le contestó: —Sí, Señor. Tú sabes que te amo. Jesús le dijo: —Cuida a mis ovejas.

1 Corintios 11:1

Sigan mi ejemplo, así como yo sigo el ejemplo de Cristo.

Efesios 5:27

para presentársela a sí mismo como una novia, llena de esplendor y belleza. Cristo murió para que la iglesia fuera pura, sin mancha ni arruga, ni nada semejante.

Hebreos 13:7

Tengan en cuenta a sus líderes que les enseñaron el mensaje de Dios; piensen cuál fue el resultado de su buena manera de vivir e imiten su fe.

Hebreos 6:12

No queremos que se vuelvan perezosos. Más bien, sigan el ejemplo de los que reciben las promesas de Dios porque tienen fe y paciencia.

Santiago 2:21

Nuestro antepasado Abraham consiguió la aprobación de Dios por medio de sus hechos cuando ofreció a su hijo Isaac en el altar.

Santiago 2:25

Otro ejemplo es Rahab, la prostituta. Fue aprobada por Dios por lo que hizo cuando recibió a los mensajeros de Dios en su casa y luego los ayudó a escapar por otro camino.

Santiago 5:10

Hermanos, sigan el ejemplo de paciencia y sufrimiento de los profetas que hablaron en el nombre del Señor.

1 Pedro 3:6

Me refiero a mujeres como Sara, quien obedeció a Abraham, su esposo, y lo llamaba su señor. Ustedes son verdaderas hijas de Sara si hacen el bien y no le dan lugar al miedo.