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Apocalipsis 14:11 - Biblia Palabra de Dios para Todos

11 El humo del fuego que los tortura se elevará por siempre. Los que adoren a la bestia y a su imagen y los que tengan la marca de su nombre, no tendrán descanso ni de día ni de noche».

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 El humo de su tormento subirá por siempre jamás, y no tendrán alivio ni de día ni de noche, porque adoraron a la bestia y a su estatua y aceptaron la marca de su nombre».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 No hay reposo, ni de día ni de noche, para los que adoran a la bestia y a su imagen, ni para quienes se dejan marcar con la marca de su nombre. El humo de su tormento se eleva por los siglos de los siglos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 y el humo de su tormento sube por siglos y siglos,° y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, y cualquiera que recibe la marca de su nombre!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 El humo de su tormento sube por los siglos de los siglos; y no tienen reposo ni de día ni de noche los que adoran la bestia y su imagen y reciben la marca de su nombre'.

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Apocalipsis 14:11
30 Referans Kwoze  

Miró hacia Sodoma, Gomorra y todo el valle, y vio que salía humo de la tierra, como el humo que sale de un horno.


El SEÑOR reinará por siempre, él quitará las naciones de la tierra.


Te alabaré mi Dios, mi Rey, y bendeciré tu nombre, eternamente y para siempre.


»¡El SEÑOR reinará por toda la eternidad!»


Los pecadores de Sion están temerosos. El temor se ha apoderado de los que no respetan a Dios». Ellos dicen: «¿Quién de nosotros puede vivir eternamente en fuego consumidor? ¿Quién de nosotros puede vivir eternamente en una hoguera?»


No se apagará ni de día ni de noche y echará humo eternamente. Quedará desolada generación tras generación. Nadie viajará a través de ella.


Porque el SEÑOR ha determinado el día de su venganza: un año de arreglar cuentas a favor de Sion.


Pero la gente perversa es como el mar agitado, que no puede calmarse, que arroja barro y basura con sus olas.


El que no se arrodille y la adore, será arrojado inmediatamente a un horno de fuego».


Haré grandes señales en el cielo y en la tierra. Habrá sangre, fuego y columnas de humo.


»Vengan a mí los que estén cansados y agobiados, que yo los haré descansar.


»Luego les dirá a los que estén a su izquierda: “Aléjense de mí, malditos. Váyanse al fuego eterno que está preparado para el diablo y sus ángeles.


»Entonces esos irán al castigo eterno; pero los que hacen la voluntad de Dios irán a la vida eterna.


»Entre esas naciones no tendrás paz ni habrá lugar para que descanses la planta de tus pies. Allí el SEÑOR te dará una mente preocupada, ojos débiles y garganta seca.


Pero de su Hijo dice: «Tu reino, oh Dios, seguirá por siempre, gobernarás tu reino con justicia.


El séptimo ángel tocó la trompeta y se oyeron fuertes voces que decían: «El reino del mundo es ahora el reino de nuestro Señor y de su Mesías, y él reinará por siempre».


Esta bestia recibió autorización para ejercer el poder de la primera y lo usaba para hacer que toda la gente adorara a la primera bestia que tenía curada la herida mortal.


La segunda bestia había recibido el poder de darle vida a la imagen de la primera, para que así pudiera no solamente hablar, sino también mandar matar a todos los que no la adoraban.


Nadie podía comprar ni vender si no tenía la marca del nombre de la bestia o el número que corresponde a su nombre.


Entonces un tercer ángel los siguió y dijo con voz fuerte: «El que adore a la bestia y a su imagen y reciba la marca de la bestia en la frente o en la mano,


Cuando vieron que salía humo de ella, decían: «¡Nunca hubo una ciudad como esta gran ciudad!»


Los reyes de la tierra que cometieron pecado sexual con ella y que compartieron sus lujos, llorarán y se lamentarán cuando vean el humo de su cuerpo quemado.


También decían: «¡Alabado sea Dios! Ella se está quemando y su humo se elevará eternamente».


El diablo, el que engañó a esa gente, será arrojado al lago de fuego y azufre, donde están la bestia y el falso profeta. Allí sufrirán día y noche para siempre.


Nunca más se hará de noche ni se necesitará la luz de una lámpara o del sol. El Señor Dios les dará su luz y reinarán para siempre.


diciendo: «¡Así sea! La alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fortaleza sean a nuestro Dios por siempre. ¡Así sea!»


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