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Apocalipsis 12:10 - Biblia Palabra de Dios para Todos

10 Luego, oí una fuerte voz en el cielo que decía: «Han llegado ahora la victoria, el poder, el reino de nuestro Dios y el poder de su Mesías; porque ha sido arrojado a la tierra el que de día y de noche acusaba a nuestros hermanos delante de Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Luego oí una fuerte voz que resonaba por todo el cielo: «Por fin han llegado la salvación y el poder, el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo. Pues el acusador de nuestros hermanos —el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche— ha sido lanzado a la tierra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Oí entonces una fuerte voz en el cielo que decía: Por fin ha llegado la salvación, el poder y el reinado de nuestro Dios, y la soberanía de su Ungido. Pues echaron al acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche ante nuestro Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: ¡Ahora han venido° la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios, y la soberanía de su Ungido, porque fue arrojado el acusador de nuestros hermanos,° el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Y oí una gran voz en el cielo que decía: 'Ahora ya ha llegado la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y el imperio de su Cristo. Porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche los acusaba ante nuestro Dios.

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Apocalipsis 12:10
24 Referans Kwoze  

SEÑOR, solo a ti te corresponden la grandeza y el poder, la gloria, el esplendor y el honor. Porque a ti te pertenece todo lo que existe en el cielo y en la tierra. Tú, SEÑOR, eres el único soberano y tuyo es el reino.


Pero si le quitaras todo lo que tiene, seguro que te maldeciría en tu propia cara.


Satanás le respondió al SEÑOR: —¿Pero es que Job respeta a Dios por nada?


Pero si tú usaras tu poder para lastimar su cuerpo, seguro que te maldeciría en tu propia cara.


Porque el reino es del SEÑOR; él gobierna a todas las naciones.


Tu reino, oh Dios, seguirá por siempre, gobiernas tu reino con justicia.


Y durante ese tiempo, el Dios del cielo creará un reino eterno que no podrá ser destruido. Ese reino no quedará en manos de extraños. Al contrario, ese reino destruirá y superará a todos los demás reinos. ¡Es un reino que durará para siempre!


Jesús le dijo: —Tú lo has dicho. Sin embargo les digo que ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso, llegando en las nubes del cielo.


Entonces Jesús se acercó y les dijo: —Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.


Venga tu reino. Que se haga tu voluntad en la tierra como se hace en el cielo.


Entonces Jesús les dijo: —Cuando oren, digan así: “Padre, que siempre se dé honra a tu santo nombre. Venga tu reino.


»¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha pedido sacudirlos a ustedes como un campesino sacude la paja de los granos de trigo.


Reúnanse en el nombre de nuestro Señor Jesús, y yo los estaré acompañando en espíritu. El poder de nuestro Señor Jesús se hará presente.


Pero el Señor me dijo: «Mi bondad es todo lo que necesitas, porque cuando eres débil, mi poder se hace más fuerte en ti». Por eso me alegra presumir de mi debilidad, así el poder de Cristo vivirá en mí.


De igual manera, enseña a las ancianas a vivir de una manera que muestre reverencia y respeto a Dios. Diles que no hablen mal de los demás y que no sean esclavas del vino. Deben enseñar el bien


Tengan dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo anda por ahí como un león rugiente buscando a quién devorar.


El séptimo ángel tocó la trompeta y se oyeron fuertes voces que decían: «El reino del mundo es ahora el reino de nuestro Señor y de su Mesías, y él reinará por siempre».


»Al que salga victorioso y siga haciendo hasta el final lo que yo pido, le daré poder sobre todas las naciones.


Gritaban: «¡La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!»


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