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2 Samuel 11:2 - Biblia Palabra de Dios para Todos

2 Una tarde, David se levantó de la cama y mientras se paseaba por la azotea del palacio, vio a una mujer que se estaba bañando. La mujer era muy hermosa.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Una tarde, después del descanso de mediodía, David se levantó de la cama y subió a caminar por la azotea del palacio. Mientras miraba hacia la ciudad, vio a una mujer de belleza singular que estaba bañándose.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Una tarde en que David se había levantado de su siesta y daba un paseo por la terraza, divisó desde lo alto de la terraza a una mujer que se estaba bañando; la mujer era muy hermosa.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y sucedió que a la hora de la tarde, David se levantó de su lecho y se paseaba por el terrado de la casa real, y desde el terrado vio a una mujer bañándose, y la mujer era muy hermosa.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Una tarde, David se levantó de su lecho y se puso a pasear por la terraza del palacio real, cuando vio desde la terraza a una mujer que se estaba bañando, la cual era por cierto muy hermosa.

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2 Samuel 11:2
28 Referans Kwoze  

Antes de entrar a Egipto le dijo a su esposa Saray: «Yo sé que tú eres una mujer hermosa.


Cuando la mujer vio que el árbol era hermoso y los frutos que daba eran buenos para comer, y que además ese árbol era atractivo por la sabiduría que podía dar, tomó algunos frutos del árbol y se los comió. Su esposo se encontraba con ella, ella le dio, y él también comió.


La vio Siquén, que era hijo de Jamor el heveo, príncipe de la región. Él la agarró y la violó.


Entonces entregó todo a cargo de José y no prestaba atención a nada que no fuera la comida que él mismo consumía. José era un hombre muy apuesto y de buena figura.


los hijos de Dios vieron que las hijas de los seres humanos eran hermosas. Así que eligieron y se casaron con las que quisieron.


Absalón hijo de David tenía una hermana muy bella que se llamaba Tamar. Amnón, otro hijo de David,


Absalón tenía tres hijos y una hija. Su hija era muy bella y se llamaba Tamar.


Recab y Baná, hijos de Rimón el berotita, fueron a la casa de Isbaal al mediodía, mientras Isbaal descansaba porque hacía mucho calor.


Hirieron a Isbaal a puñaladas y lo mataron mientras estaba descansando en su habitación. Luego le cortaron la cabeza y después de viajar toda la noche por el valle del Jordán,


»Hice un pacto solemne con mis ojos: no mirar con deseo a una muchacha.


Aleja de mi mente los pensamientos inútiles, dame vida para vivir en tus caminos.


Mucho duerme el perezoso; mucha hambre va a aguantar.


El encanto es engañoso y la belleza pasajera, pero la mujer que teme al SEÑOR será alabada.


No dejes que su belleza haga que tu corazón arda en deseos por ella; no te dejes cautivar por sus miradas.


Cruzó la calle, cerca de la esquina, y se dirigió a la casa de una mala mujer.


Las casas de Jerusalén y las de los reyes de Judá se volverán impuras como Tofet, por todas las casas donde ofrecieron ofrendas en las azoteas para adorar a todas las estrellas y donde ofrecieron ofrendas de vino a otros dioses”».


Lo que les digo en la oscuridad, repítanlo a pleno día; lo que les digo al oído, quiero que lo proclamen desde las azoteas.


El que esté en el techo de su casa, que no baje para sacar sus cosas.


Pero ahora yo te digo que si alguno mira a una mujer con el deseo de tener relaciones sexuales con ella, en su mente ya ha cometido pecado con ella.


Al día siguiente a eso del mediodía, mientras ellos iban camino a Jope, Pedro subió a la azotea para orar.


Cuando construyas una casa nueva, debes hacer un muro de protección alrededor de la azotea para que así no seas culpable de homicidio si alguien se cae de allí.


»No codicies a la esposa de tu semejante, ni desees su casa, ni su tierra, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada de lo que él tenga».


El final de todo está cerca, así que manténganse sobrios y sepan controlarse. Eso los ayudará a orar.


Esto es lo malo del mundo: querer complacer los malos deseos; dejarnos atraer por lo malo que vemos y sentirnos orgullosos de lo que tenemos. Pero nada de eso viene del Padre, sino del mundo.


Luego bajaron del lugar de adoración y regresaron al pueblo. Samuel preparó una cama para Saúl en la azotea


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