También los israelitas habían preparado y equipado su ejército y salieron a enfrentarse contra el ejército sirio. Hicieron su campamento frente a los de Siria. Comparado con las fuerzas del enemigo, Israel parecía como dos manadas pequeñas de cabras, mientras que los soldados arameos eran tantos que cubrían la tierra.
Jorán mandó llamar a Josafat, rey de Judá, y le dijo: —El rey de Moab se ha rebelado contra mí. ¿Irás conmigo a luchar contra Moab? Josafat respondió: —Sí, yo iré contigo. Mis soldados y mis caballos están tan dispuestos como los tuyos.