Los mensajeros le dijeron a Ocozías: —Nos encontramos con un hombre que nos dijo que volviéramos al rey que nos mandó y le comunicáramos lo que dice el SEÑOR: “Si hay un Dios en Israel, ¿por qué mandaste mensajeros a consultar el futuro a Baal Zebub, dios de Ecrón? Por haber hecho eso, no te levantarás de la cama. ¡Ciertamente morirás!”
Gedeón preguntó a Zeba y Zalmuna: —Ustedes mataron a unos hombres en el monte Tabor. ¿Dónde están? Zeba y Zalmuna respondieron: —¡Terminarás muerto como ellos! Cada uno de ellos parecía un príncipe, ¡pero eso no les sirvió de nada!
Saúl preguntó: —¿Cómo se ve? La mujer respondió: —Como un anciano que lleva un manto. Saúl se postró rostro en tierra al darse cuenta de que era Samuel.