2 Pedro 2:10 - Biblia Palabra de Dios para Todos10 El Señor castigará sobre todo a aquellos que se dejan llevar por sus sucios deseos y no respetan su autoridad. Ellos son los falsos maestros, atrevidos y tercos, que no tienen miedo de insultar ni siquiera a los poderes superiores. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196010 y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia, y desprecian el señorío. Atrevidos y contumaces, no temen decir mal de las potestades superiores, Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente10 Él trata con particular severidad a los que se entregan a sus propios deseos sexuales pervertidos y desprecian la autoridad. Estas personas son orgullosas y arrogantes, y hasta se atreven a insultar a los seres sobrenaturales sin ni siquiera temblar. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)10 En especial esto vale para esa gente que corre tras los peores deseos de su naturaleza y desprecia la majestad del Señor. Son orgullosos y atrevidos, y no tienen miedo de insultar a los espíritus caídos, Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion10 y mayormente a los que van detrás de la carne en concupiscencia de contaminación, y desprecian la autoridad. Atrevidos, arrogantes, que no tiemblan al hablar mal de° las potestades superiores;° Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197510 sobre todo a los que caminan tras la carne en deseos de impureza y desprecian el señorío divino. Osados, arrogantes, no temen insultar a los seres gloriosos, Gade chapit la |
¿O acaso no saben que los que hacen el mal no van a tener parte en el reino de Dios? No se engañen a ustedes mismos. Ni los que practican el pecado sexual, ni los adoradores de ídolos, ni los que cometen adulterio, ni los hombres que no controlan su deseo sexual, ni los que abusan a otros hombres sexualmente,
Pero algunos alborotadores empezaron a decir: «¿Cómo nos puede salvar este hombre?» Hablaban mal de Saúl y se negaban a llevarle regalos. Najás, el rey de los amonitas, había oprimido a los gaditas y a los rubenitas. Les había sacado el ojo derecho a todos los hombres de esas tribus y no había dejado que nadie los ayudara. Esto causó mucho temor en Israel. Najás le había sacado el ojo derecho a todos los hombres israelitas que vivían al oriente del río Jordán, pero 7000 israelitas escaparon de los amonitas y se fueron a Jabés de Galaad.