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1 Samuel 22:4 - Biblia Palabra de Dios para Todos

4 Así que David dejó a sus padres con el rey de Moab y se quedaron allí mientras David estaba en la fortaleza.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

4 Los trajo, pues, a la presencia del rey de Moab, y habitaron con él todo el tiempo que David estuvo en el lugar fuerte.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Así que los padres de David se quedaron en Moab con el rey durante todo el tiempo que David vivió en la fortaleza.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Llevó pues a sus padres donde el rey de Moab y allí permanecieron hasta el día en que David abandonó ese refugio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Los llevó pues ante el rey de Moab, y habitaron con él todo el tiempo que David estuvo en la fortaleza.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Y los puso bajo el amparo del rey de Moab, con quien vivieron todo el tiempo que David estuvo en la fortaleza.

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1 Samuel 22:4
15 Referans Kwoze  

Cuando David se levantó a la mañana siguiente, Gad, el profeta de David, recibió este mensaje del SEÑOR:


David también derrotó a los moabitas. Los obligó a tenderse en el suelo y los midió con una cuerda: mató a los que quedaban dentro de cada dos medidas de la cuerda, y a los que quedaban dentro de una medida les perdonó la vida. De esa manera, los moabitas se convirtieron en siervos de David y le pagaban tributo.


David estaba en el fuerte y en ese tiempo había tropas de los filisteos acantonadas en Belén.


Algunos hombres de la tribu de Benjamín y Judá también se unieron a David en la fortaleza.


Entonces el SEÑOR le habló a Gad, profeta de David:


Todos los hechos que ocurrieron durante el reinado de David, desde el primero hasta el último, están registrados en las crónicas del vidente Samuel, del profeta Natán y del vidente Gad.


Ezequías instaló nuevamente en el templo del SEÑOR a los levitas que tocaban címbalos, arpas y liras, tal como habían mandado David, Natán el profeta y Gad, el vidente del rey. Ese mandato lo había dado el SEÑOR por medio de sus profetas.


Pero yo le contesté: —¿Por qué tiene que huir un hombre como yo? Yo no le debo nada a nadie para tener que entrar al templo a salvar mi vida. Yo no tengo porque esconderme de nadie.


Me refugio en el SEÑOR. Por qué me preguntan: «¿No sería mejor que huyas y te escondas, saltando a la montaña como ave pequeña?


Cuando los persigan en una ciudad, vayan a otra. Porque les digo la verdad: el Hijo del hombre regresará antes de que ustedes terminen su trabajo en las ciudades de Israel.


David se dirigió a Mizpa, en Moab, y le pidió al rey de ese lugar: —Deja que mis padres vengan a vivir con ustedes hasta que yo sepa lo que Dios tiene planeado para mí.


Pero el profeta Gad le dijo a David: —No te quedes en la fortaleza, ve a la tierra de Judá. Así que David se fue de allí y se internó en el bosque de Jaret.


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