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1 Juan 2:13 - Biblia Palabra de Dios para Todos

13 Padres, les escribo porque conocen al que siempre ha existido. Jóvenes, les escribo porque han vencido el mal que hay en el mundo.

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Biblia Reina Valera 1960

13 Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Les escribo a ustedes, los que son maduros en la fe, porque conocen a Cristo, quien existe desde el principio. Les escribo a ustedes, los que son jóvenes en la fe, porque han ganado la batalla contra el maligno.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Esto les escribo, padres: ustedes conocen al que es desde el principio. Esto les escribo, jóvenes: ustedes han vencido al Maligno.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Os escribo, padres, porque habéis conocido al que es desde un principio. Os escribo, jóvenes, porque habéis vencido al maligno.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Os escribo, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os escribo, jóvenes, porque habéis vencido al maligno.

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1 Juan 2:13
36 Referans Kwoze  

los hombres y las mujeres; los jóvenes y los viejos.


Tú ya eras Dios aun antes que las montañas se formaran y que crearas la tierra y el mundo. Tú eras y siempre serás Dios.


«Yo lo salvaré, porque me ama; lo protegeré, porque reconoce mi nombre.


Al joven se le admira por su fuerza, y al anciano se le respeta por sus canas.


»Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda la humanidad. Sus hijos e hijas profetizarán, los ancianos tendrán sueños, y los jóvenes tendrán visiones.


¡Qué tan bueno y bello será! Habrá alimentos y vino que darán fuerza a los jóvenes, hombres y mujeres.


»Mi Padre me ha dado todo. Nadie conoce al Hijo, sino el Padre; y nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera mostrárselo.


¿Qué significa la semilla que cae en el camino? Esa semilla es como algunos que oyen el mensaje del reino y no lo entienden. Viene el maligno y quita lo sembrado en ellos.


El campo es el mundo y la semilla buena son todos los hijos del reino de Dios. La mala hierba es la gente que está con el maligno.


Si quieres decir “sí”, solamente di “sí”, y si quieres decir “no”, solamente di “no”. Todo lo que se diga de más, viene del Maligno.


»Mi Padre me ha dado todo. Nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera revelárselo».


Si ustedes me conocieran, también conocerían al Padre. Ya lo conocen y lo han visto.


Jesús le dijo: —He estado con ustedes mucho tiempo, ¿y todavía no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Por qué pides que les muestre al Padre?


Harán esto porque no me conocen a mí ni a mi Padre.


Yo les dije esto para que encuentren paz en mí. En el mundo ustedes tendrán que sufrir, pero, ¡sean valientes! Yo he vencido al mundo.


Padre, te pido que todos los que crean en mí sean uno, así como tú estás en mí y yo estoy en ti. Te pido que ellos sean uno en nosotros para que el mundo crea que tú me enviaste.


Esta es la vida eterna: que ellos te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien tú enviaste.


Entonces le preguntaron: —¿Dónde está tu padre? Jesús contestó: —Ustedes no me conocen a mí, ni a mi Padre. Si me conocieran, también conocerían al Padre.


El mismo Dios que dijo: «La luz brillará en la oscuridad», iluminó nuestro corazón para que conociéramos su gloria que brilla en el rostro de Jesucristo.


No le hables fuerte a un hombre mayor, sino aconséjalo como si fuera tu papá. Trata a los jóvenes como si fueran tus hermanos.


De igual forma, enseña a los jóvenes a tener buen juicio.


Les escribimos acerca de lo que siempre ha existido. Lo hemos oído, lo hemos visto con nuestros propios ojos, lo hemos observado y lo hemos tocado con nuestras propias manos. Hablamos de Aquel que es la Palabra que da vida.


Hijitos míos, les escribo esto para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos a uno que nos da la confianza de acercarnos al Padre: Jesucristo, el Justo.


Hijitos, les escribo porque sus pecados han sido perdonados por obra de Jesucristo.


Hijos, les escribo porque conocen al Padre. Padres, les escribo porque conocen al que siempre ha existido. Jóvenes, les escribo porque son fuertes; el mensaje de Dios vive en ustedes y han vencido el mal que hay en el mundo.


No debemos ser como Caín, quien era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué razón lo mató? Porque los actos de Caín eran malos, mientras que los de su hermano eran justos.


Hijitos, ustedes son de Dios y por esto ya han derrotado a los enemigos de Cristo porque el que está en ustedes es más grande que el que está en el mundo.


Sabemos que el que ha llegado a ser hijo de Dios no sigue pecando, porque el Hijo de Dios lo mantiene seguro, y el maligno no le puede hacer daño.


También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado el entendimiento para conocer al único Dios verdadero. Nosotros lo conocemos, pues estamos en su Hijo Jesucristo. Él es el verdadero Dios y la vida eterna.


Nuestros hermanos lo vencieron con la sangre del Cordero y con el testimonio que dieron. Su amor por la vida no era tanto que temieran a la muerte.


»Oigan bien lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que salga victorioso, le permitiré comer del árbol de la vida que está en el jardín de Dios.


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