Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Mateo 22:44 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

44 Dijo el Señor a mi Señor: 'Siéntate a mi derecha hasta que yo ponga a tus enemigos debajo de tus pies? '

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

44 Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

44 “El Señor le dijo a mi Señor: ‘Siéntate en el lugar de honor a mi derecha, hasta que humille a tus enemigos y los ponga por debajo de tus pies’” .

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

44 En un salmo dice: El Señor ha dicho a mi Señor: Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos bajo tus pies.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

44 Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos debajo° de tus pies?°

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

44 Dijo el Señor a mi Señor: siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies?

Gade chapit la Kopi




Mateo 22:44
20 Referans Kwoze  

Pues si David llama Señor al Mesías, ¿cómo puede el Mesías ser hijo suyo?


Jesús le respondió: - Tú lo has dicho. Pero añadiré que en adelante veréis al Hijo del hombre sentado en el lugar de honor al lado del Dios todopoderoso y viniendo sobre las nubes del cielo.


Después de hablar a sus discípulos, Jesús, el Señor, ascendió al cielo y se sentó al lado de Dios, en el lugar de honor.


En cuanto a mis enemigos, los que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos aquí y matadlos en mi presencia.'


Tomás contestó: - ¡Señor mío y Dios mío!


a la Iglesia de Dios reunida en Corinto. A vosotros que, consagrados por Cristo Jesús, habéis sido elegidos por Dios para ser su pueblo, junto con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, que es Señor de ellos lo mismo que de vosotros.


Mientras tanto, es preciso que Cristo reine hasta que Dios ponga a todos sus enemigos debajo de sus pies.


Más aún, sigo pensando que nada vale la pena en comparación con ese bien supremo que consiste en conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él renuncié a todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo.


¿A qué ángel, en fin, dijo Dios alguna vez: Siéntate a mi derecha hasta que yo ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?


Y el Hijo, que es reflejo resplandeciente de la gloria de Dios e imagen perfecta de su ser, sostiene el universo valiéndose de su palabra poderosa, y, después de habernos purificado del pecado, comparte en las alturas, junto al trono de Dios, su poder soberano.


Nuestra meta ha de ser Jesús, origen y plenitud de nuestra fe; Jesús, que, renunciando a una vida placentera, afrontó sin acobardarse la muerte ignominiosa de la cruz y ahora comparte el poder soberano de Dios.


Vi entonces cómo la bestia y los reyes de la tierra concentraban sus ejércitos para presentar batalla al que montaba el caballo y a su ejército.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite