Lucas 10:17 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

¹⁷ Los setenta y dos volvieron llenos de alegría, diciendo: - ¡Señor, hasta los demonios nos obedecen en tu nombre!

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁷ Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁷ Cuando los setenta y dos discípulos regresaron, le informaron llenos de alegría: —¡Señor, hasta los demonios nos obedecen cuando usamos tu nombre!

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁷ Los setenta y dos discípulos volvieron muy contentos, diciendo: 'Señor, hasta los demonios nos obedecen al invocar tu nombre.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁷ Regresaron los setenta y dos° con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos someten en tu nombre.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁷ Volvieron, pues, los setenta [y dos] llenos de alegría, diciendo: '¡Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre!'.

Lucas 10:17 Referans Kwoze

Mateo 4:24

Su fama se extendió así por toda Siria, y le traían a todos los que padecían algún mal: a los que sufrían diferentes enfermedades y dolores, y a endemoniados, lunáticos y paralíticos. Y Jesús los curaba.

Marcos 16:17

Y estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán lenguas nuevas;

Lucas 10:1

Después de esto, el Señor escogió también a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de él a todos los pueblos y lugares que pensaba visitar.

Lucas 10:20

Pero, aun así, no os alegréis tanto de que los espíritus malignos os obedezcan como de que vuestros nombres ya estén escritos en el cielo.

Lucas 10:9

Curad a los enfermos y anunciad: 'El reino de Dios está cerca de vosotros .'

Lucas 9:1

Jesús reunió a los doce discípulos y les dio poder y autoridad para expulsar toda clase de demonios y para curar enfermedades.

Romanos 16:20

Estad seguros de que el Dios de la paz pondrá muy pronto a Satanás bajo vuestros pies. Que nuestro Señor Jesucristo os acompañe con su favor.

Efesios 5:24

Si, pues, la Iglesia es dócil a Cristo, seánlo también, y sin reserva alguna las mujeres a sus maridos.