Juan 8:49 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

⁴⁹ Jesús respondió: - Yo no tengo ningún demonio; lo que hago es honrar a mi Padre; vosotros, en cambio, me deshonráis a mí.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁴⁹ Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴⁹ —No —dijo Jesús—, no tengo ningún demonio. Pues yo honro a mi Padre; en cambio, ustedes me deshonran a mí.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴⁹ Jesús les dijo: 'Yo no tengo un demonio, pero ustedes me deshonran a mí porque honro a mi Padre.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴⁹ Jesús respondió: Yo no tengo demonio, sino que honro a mi Padre y vosotros me° deshonráis.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴⁹ Contestó Jesús: 'Yo no estoy endemoniado, sino que honro a mi Padre, mientras que vosotros me quitáis todo honor.

Juan 8:49 Referans Kwoze

Juan 11:4

Jesús, al saberlo, dijo: - Esta enfermedad no terminará en la muerte, sino que tiene como finalidad manifestar la gloria de Dios; por medio de ella resplandecerá la gloria del Hijo de Dios.

Juan 12:28

Padre, glorifica tu nombre. Entonces se oyó una voz venida del cielo: - Ya lo he glorificado y volveré a glorificarlo.

Juan 14:13

Os aseguro que el que crea en mí hará también lo que yo hago, e incluso cosas mayores; porque yo me voy al Padre,

Juan 17:4

Yo he manifestado tu gloria aquí, en este mundo, llevando a cabo la obra que me encomendaste.

Juan 7:20

La gente le contestó: - ¡Tú tienes un demonio dentro! ¿Quién intenta matarte?

Juan 8:29

El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada.

Hechos 5:41

Los apóstoles salieron del Consejo llenos de alegría por haber sido considerados dignos de sufrir por Jesús.

1 Corintios 11:14

La misma naturaleza enseña que el cabello largo es para el varón una deshonra,

1 Corintios 15:43

se siembra una cosa despreciable, resucita resplandeciente de gloria; se siembra algo endeble, resucita pleno de vigor;

1 Pedro 2:23

cuando le injuriaban, no respondía con injurias, sino que aguantaba el sufrimiento sin amenazas de venganza y se ponía en manos de Dios, que juzga con justicia.