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Apocalipsis 14:4 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

4 Son los que guardaron su fe limpia de toda prostitución idolátrica, los vírgenes, los que forman el cortejo perenne del Cordero, los rescatados de entre los hombres como primeros frutos para Dios y para el Cordero,

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Biblia Reina Valera 1960

4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Ellos se han mantenido tan puros como vírgenes, y son los que siguen al Cordero dondequiera que va. Han sido comprados de entre los pueblos de la tierra como ofrenda especial para Dios y para el Cordero.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Estos son los que no se mancharon con mujeres: son vírgenes. Estos siguen al Cordero adondequiera que vaya; estos son como las primicias, pues han sido rescatados de entre los hombres para Dios y el Cordero.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Éstos son los que no se contaminaron con mujeres, porque son vírgenes; éstos son los que siguen al Cordero adondequiera que vaya; éstos fueron comprados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Éstos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Éstos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Éstos fueron rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero.

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Apocalipsis 14:4
32 Referans Kwoze  

Hay algunos que nacen incapacitados para el matrimonio; a otros los incapacitan los hombres convirtiéndolos en eunucos, y otros renuncian al matrimonio a fin de estar más disponibles para el servicio del reino de Dios. El que pueda aceptar eso, que lo acepte.


La venida del reino de Dios puede compararse a diez muchachas que en una boda tomaron sendas lámparas de aceite y salieron a recibir al novio.


Allí se le acercó un maestro de la Ley, que le dijo: -Maestro, estoy dispuesto a seguirte adondequiera que vayas.


Mis ovejas reconocen mi voz, yo las conozco, y ellas me siguen.


Si alguien quiere servirme, que me siga. Correrá la misma suerte que yo. Y todo el que me sirva será honrado por mi Padre.


Simón Pedro le preguntó: - Maestro, ¿a dónde vas? Jesús le contestó: - A donde yo voy, tú no puedes seguirme ahora, algún día lo harás.


Jesús de nuevo les dijo: - Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.


Ciudad de vosotros mismos y de todo el rebaño sobre el que os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes. Pastoread la iglesia que el Señor adquirió con el sacrificio de su propia vida.


Os pido ahora, por favor, hermanos, que tengáis muy presente a la familia de Estéfanas; fueron los primeros cristianos de la provincia de Acaya y se consagraron por entero al servicio de los fieles.


Dios ha pagado por vuestro rescate; glorificadle, pues, con vuestro cuerpo.


Pero no haces nada malo si te casas; como tampoco hace mal una soltera si se casa. Sólo que yo quisiera ahorrar a todos éstos las dificultades que les aguardan en la vida.


Os quiero tanto, que me abrasan unos celos a lo divino. He hecho lo posible por desposaros en la fe con un solo marido, por presentaros a Cristo como si de una virgen pura se tratara.


El Espíritu, que, mientras llega la plena liberación del pueblo de Dios, es garantía de nuestra herencia e himno de alabanza a su gloria.


Se preparó así una Iglesia radiante, sin mancha, ni arruga, ni nada semejante; una Iglesia santa e inmaculada.


que prohibirán tanto el matrimonio como el uso de ciertos alimentos, siendo así que Dios los ha creado para que los fieles que conocen la verdad disfruten de ellos dándole gracias.


allí, la asamblea de quienes han tenido el privilegio de ser los primeros ciudadanos del cielo; allí, Dios, juez soberano de todos; allí, los espíritus de los que, habiendo vivido rectamente, han alcanzado la meta;


El, por su libre voluntad, nos engendró mediante el mensaje de la verdad para que seamos como primeros frutos entre todas sus criaturas.


Pero vosotros sois 'raza elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de su posesión', destinado a cantar las grandezas del Dios que os llamó de las tinieblas a su luz maravillosa.


Ellos harán la guerra al Cordero; pero el Cordero, Rey de reyes y Señor de señores, los derrotará, y en su triunfo participarán los llamados, los elegidos y los creyentes que le acompañan.


Pero no vi templo alguno en la ciudad, porque el Señor Dios, dueño de todo, y el Cordero son su templo.


Tampoco necesita sol ni luna que la alumbren; la ilumina la gloria de Dios, y su antorcha es el Cordero.


Bien es verdad que ahí, en Sardes, viven contigo unos cuantos de conducta irreprochable; un día me acompañarán vestidos de blanco, porque así lo han merecido.


Cantaban un cántico nuevo, que decía: -Digno eres de recibir el libro y romper sus sellos, porque has sido degollado y con tu sangre has adquirido para Dios gentes de toda raza, lengua, pueblo y nación.


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