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2 Timoteo 4:10 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

10 pues Dimas me ha abandonado; ha preferido el amor de este mundo y se ha marchado a Tesalónica. Crescencio ha ido a Galacia, y Tito a Dalmacia.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

10 porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Demas me abandonó porque ama las cosas de esta vida y se fue a Tesalónica. Crescente se fue a Galacia, y Tito a Dalmacia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 pues Demás me ha abandonado; estaba apegado a este mundo y ha vuelto a Tesalónica. Crescente se ha ido a Galacia y Tito a Dalmacia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 porque Demas,° amando este mundo° presente, me ha desamparado y se ha marchado a Tesalónica, Crescente, a Galacia, y Tito,° a Dalmacia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 pues Demas me abandonó por amor de este mundo y se marchó a Tesalónica; Crescente, a Galacia; Tito, a Dalmacia.

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2 Timoteo 4:10
32 Referans Kwoze  

Incluso si alguien habla en contra del Hijo del hombre, será perdonado; pero el que hable en contra del Espíritu Santo, no será perdonado ni en este mundo ni en el venidero.


Pero todo esto sucede para que se cumpla lo que escribieron los profetas. En aquel momento, todos los discípulos de Jesús le abandonaron y huyeron.


Del mismo modo, aquel de vosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser discípulos mío.


Ningún criado puede servir a dos amos al mismo tiempo, porque odiará al uno y querrá al otro, o será fiel al uno y del otro no hará caso. No podéis servir al mismo tiempo a Dios y al dinero.


¡Acordaos de la mujer de Lot!


Pablo y sus compañeros se dirigieron por mar desde Pafos hasta Perge, ciudad de Panfilia. Pero Juan se separó allí de ellos y regresó a Jerusalén .


pero Pablo opinó que no debían llevar en su compañía a quien los había abandonado en Panfilia y había dejado de colaborar en la tarea apostólica.


El Espíritu Santo les impidió anunciar el mensaje en la provincia de Asia , por lo cual atravesaron las regiones de Frigia y Galacia.


Pasaron por Anfípolis y Apolonia, y llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga judía.


En Berea, los judíos eran más abiertos que los de Tesalónica, y recibieron el mensaje con gran interés, estudiando asiduamente las Escrituras para verificar su exactitud.


Pero cuando los judíos de Tesalónica se enteraron de que Pablo estaba anunciando el mensaje de Dios en Berea, fueron allá para incitar y alborotar a la plebe.


Al cabo de una temporada en Antioquía, se puso otra vez en camino, y recorrió las regiones de Galacia y Frigia, confortando en la fe a todos los fieles.


tenía el corazón sobre ascuas al no encontrar allí a Tito, mi hermano. Así que me despedí de ellos y me encaminé a Macedonia.


Pero Dios, que conforta a los deprimidos, me reanimó también a mí con la llegada de Tito.


¡Cuántas gracias tengo que dar a Dios por haber hecho que Tito comparta mi preocupación por vosotros!


Tito, ya lo sabéis, es compañero mío y se afana conmigo en favor vuestro. Los otros hermanos nuestros son delegados de la iglesia y gloria de Cristo.


En vista de eso, he pedido a Tito que, pues él la comenzó, él mismo lleve a feliz término entre vosotros esta generosa empresa.


(Está escrito en el anterior).


Todos buscan sus propios intereses y no los de Jesucristo.


La avaricia es la raíz de todos los males, y no faltan quienes, arrastrados por ella, han perdido la fe y ahora son presa de múltiples remordimientos.


A los ricos de este mundo incúlcales que no sean arrogantes. Que no pongan su esperanza en algo tan inseguro como el dinero, sino en Dios, que nos concede disfrutar de todo en abundancia.


Ya sabes que todos los conocidos de la provincia de Asia, incluidos Figelo y Hermógenes, no han querido saber nada de mi.


En la primera visita de mi causa ante el tribunal, ninguno me asistió; todos me desampararon. ¡Que Dios no se lo tenga en cuenta!


Querido Tito, verdadero hijo mío en la fe que ambos compartimos: que Dios Padre, y Cristo Jesús, nuestro Salvador, te concedan gracia y paz.


Han abandonado el buen camino y se han extraviado, siguiendo el ejemplo de Balaam, hijo de Bosor, que buscó una recompensa inicua.


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