2 Timoteo 2:1 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

¹ Tú, hijo mío, procura que la gracia de Cristo Jesús te fortalezca.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹ Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ Timoteo, mi querido hijo, sé fuerte por medio de la gracia que Dios te da en Cristo Jesús.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ En cuanto a ti, hijo, que tu fuerza sea la gracia que tienes en Cristo Jesús.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ Tú pues hijo mío, sé fortalecido con la gracia que hay en Jesús el Mesías.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Tú, pues, hijo mío, saca fuerzas de la gracia que hay en Cristo Jesús.

2 Timoteo 2:1 Referans Kwoze

1 Corintios 16:13

Estad alerta; manteneos firmes en la fe; portaos con espíritu varonil, sed modelo de fortaleza.

Efesios 6:10

Y para terminar os pido que os hagáis fuertes, unidos al poder irresistible del Señor.

Filipenses 4:13

De toda suerte de pruebas puedo salir airoso, porque Cristo me da las fuerzas.

1 Timoteo 1:18

Timoteo, hijo mío, éste es el encargo que te dejo de acuerdo con las palabras proféticas en su día pronunciadas sobre ti: combate, estimulado por ellas, con bravura;

1 Timoteo 1:2

a Timoteo, querido y auténtico hijo mío en la fe. Que Dios Padre, y Cristo Jesús, Señor nuestro, te concedan gracia, misericordia y paz.

2 Timoteo 1:1

Pablo, apóstol de Jesucristo por designio de Dios, para anunciar la vida prometida en Cristo Jesús,

2 Timoteo 1:2

a Timoteo, hijo querido. Que Dios Padre, y Cristo Jesús, Señor nuestro, te concedan gracia, misericordia y paz.

2 Timoteo 1:7

Porque no es un espíritu de cobardía el que Dios nos otorga, sino de fortaleza, amor y dominio de nosotros mismos.

2 Timoteo 2:10

Por eso lo soporto todo para bien de los elegidos, a fin de que también ellos alcancen la salvación y la gloria eterna lograda por Cristo Jesús.

2 Timoteo 4:17

Pero el Señor estuvo conmigo, y me dio fuerzas para llevar a buen término el anuncio del mensaje de salvación de modo que todas las naciones pudieran oírlo. El Señor, que me libró de la boca del león,

2 Pedro 3:18

Y creced en gracia y en conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él la gloria ahora y por siempre. Amén.