1 Timoteo 1:12 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

¹² Doy gracias a Cristo Jesús, nuestro Señor, porque me ha sostenido con su fuerza y se ha fiado de mí hasta el punto de ponerme a su servicio.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹² Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio,

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹² Le doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor, quien me ha dado fuerzas para llevar a cabo su obra. Él me consideró digno de confianza y me designó para servirlo,

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹² Doy gracias al que me da la fuerza, a Cristo Jesús, nuestro Señor, por la confianza que tuvo al hacer de mí su encargado.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹² Doy gracias al que me fortaleció, a Jesús el Mesías, Señor nuestro, que me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio;

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹² Doy gracias al que me ha ha revestido de fortaleza, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me consideró digno de confianza para ponerme en este servicio,

1 Timoteo 1:12 Referans Kwoze

Mateo 20:4

Les dijo: 'Id también vosotros a la viña. Os pagaré lo que sea justo.'

Juan 5:23

Y quiere que todos den al Hijo el mismo honor que dan al Padre. El que no honra al Hijo, tampoco honra al Padre que le ha enviado.

Hechos 16:15

Se bautizó, pues, con toda su familia, y nos hizo esta invitación: - Puesto que habéis considerado sincera mi fe en el Señor, os ruego que vengáis a alojaros en mi casa. Su insistencia nos obligó a aceptar.

Hechos 9:15

- Tú vete - replicó Ananías -, porque he sido yo quien he elegido a ese hombre para que anuncie mi mensaje a todas las naciones, a sus gobernadores y al pueblo de Israel.

Hechos 9:22

Pero el prestigio de Saulo crecía más y más, y con argumentos irrefutables demostraba a los judíos de Damasco que Jesús era el Mesías.

1 Corintios 15:10

Pero la gracia divina ha hecho de mí esto que soy; una gracia que no se ha malogrado en cuanto a mí toca. Al contrario, me he afanado más que todos los otros; bueno, no yo, la gracia de Dios que actúa en mí.

1 Corintios 3:5

¿Qué es, en definitiva, Pablo? ¿Y qué es Apolo? Simples servidores que os condujeron a la fe, valiéndose cada cual del don que Dios le concedió.

1 Corintios 7:25

En cuanto a las personas solteras, no he recibido ninguna norma del Señor. Os ofrezco, sin embargo, el consejo de quien, por la misericordia de Dios, es digno de crédito.

2 Corintios 4:1

Por eso, conscientes de que Dios, en su misericordia, nos ha confiado esta tarea, lejos de darnos por vencidos,

Gálatas 3:26

En efecto, todos vosotros, los que creéis en Cristo Jesús, sois hijos de Dios.

Gálatas 3:28

Ya no hay distinción entre judío y no judío, ni entre esclavo y libre, ni entre varón y mujer. En Cristo Jesús, todos sois uno.

Filipenses 2:11

y todos proclamen que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Filipenses 4:13

De toda suerte de pruebas puedo salir airoso, porque Cristo me da las fuerzas.

Colosenses 1:25

Dios me ha hecho servidor de esa Iglesia y me ha confiado la tarea de llevar a plenitud en vosotros su mensaje:

1 Timoteo 1:1

Pablo, apóstol de Jesucristo por designio de Dios, nuestro Salvador, y de Cristo Jesús, nuestra esperanza,

1 Timoteo 1:11

del glorioso mensaje de salvación que el bienaventurado Dios me ha confiado.

1 Timoteo 1:2

a Timoteo, querido y auténtico hijo mío en la fe. Que Dios Padre, y Cristo Jesús, Señor nuestro, te concedan gracia, misericordia y paz.

1 Timoteo 6:13

En presencia de Dios, que infunde vida a todas las cosas, y en presencia de Cristo Jesús, que rindió ante Poncio Pilato el más bello testimonio, solemnemente te pido:

2 Timoteo 2:2

Y lo que me oístes proclamar en presencia de tantos testigos, confíalo a personas fieles, capaces a su vez de enseñarlo a otras personas.

2 Timoteo 4:17

Pero el Señor estuvo conmigo, y me dio fuerzas para llevar a buen término el anuncio del mensaje de salvación de modo que todas las naciones pudieran oírlo. El Señor, que me libró de la boca del león,

Tito 1:4

Querido Tito, verdadero hijo mío en la fe que ambos compartimos: que Dios Padre, y Cristo Jesús, nuestro Salvador, te concedan gracia y paz.

Filemón 1:9

prefiero dirigirte un ruego inspirado por el amor. Yo, el viejo Pablo, encarcelado ahora por Cristo Jesús,