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1 Pedro 3:21 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

21 Aquello fue una imagen del bautismo que ahora os salva. Bautismo que no consiste en quitar una suciedad corporal, sino en comprometerse ante Dios a llevar una conducta limpia. Y os salva en virtud de la resurrección de Jesucristo,

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Biblia Reina Valera 1960

21 El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 El agua del diluvio simboliza el bautismo que ahora los salva a ustedes —no por quitarles la suciedad del cuerpo, sino porque responden a Dios con una conciencia limpia— y es eficaz por la resurrección de Jesucristo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Ustedes reconocen en esto la figura del bautismo que ahora los salva; no esperaban de él una limpieza corporal, sino que pidieron a Dios una renovación interior por medio de la resurrección de Cristo Jesús.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 El bautismo que corresponde a esto° ahora os salva (no por remoción de la inmundicia de la carne, sino como respuesta° de una buena conciencia hacia Dios) por medio de la resurrección de Jesús el Mesías,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Con ella se simboliza el bautismo que ahora os salva y que no consiste en quitar una impureza corporal sino en pedir a Dios una conciencia buena, todo ello por la resurrección de Jesucristo

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1 Pedro 3:21
30 Referans Kwoze  

Id, pues, y haced discípulos entre los habitantes de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,


El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, será condenado.


Pedro entonces le dijo: - Señor, no sólo los pies; lávame también las manos y la cabeza.


El carcelero, por su parte, a pesar de lo avanzado de la noche, les lavó las heridas y a continuación se hizo bautizar con todos los suyos.


Pedro les contestó: - Convertíos y que cada uno de vosotros se bautice en el nombre de Jesucristo, a fin de obtener el perdón de vuestros pecados. Entonces recibiréis, como don de Dios, el Espíritu Santo.


No pierdas tiempo ahora; anda, bautízate y libérate de tus pecados invocando el nombre del Señor.


Prosiguieron su camino, y, al llegar a un lugar donde había agua, dijo el etíope: - Mira, aquí hay agua. ¿Hay algún impedimento para bautizarme?


Respondió Felipe: 'No lo hay, si crees con toda sinceridad'. Y el etíope contestó: 'Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.'


Y, sin embargo, de todos fue dueña y señora la muerte desde Adán hasta Moisés. De todos, incluso de quienes no cometieron un delito de las mismas características del de Adán. Así, Adán es figura de aquel que había de venir.


Todos nosotros, en efecto, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos recibido en el bautismo un mismo Espíritu, a fin de formar un solo cuerpo; a todos se nos ha dado a beber de un mismo Espíritu.


Hermanos, para que entendieseis estas cosas, las he aplicado, a modo de ejemplo, a Apolo y a mi propia persona. Aprendiendo así, con nuestro ejemplo, el sentido de aquel proverbio que dice: 'No te pases de listo',


Si de algo me siento orgulloso, es de que la conciencia me asegura que mi comportamiento con todo el mundo, y particularmente con vosotros, ha estado presidido por la sencillez y la franqueza que Dios da; es decir, ha sido fruto del favor divino y no del humano saber.


Tales son, queridos hermanos, las promesas que tenemos. Purifiquémonos, pues, de todo cuanto contamine el cuerpo o el espíritu y llevemos hasta el fin nuestra consagración viviendo en el temor de Dios.


Incorporados a Cristo por el bautismo, os habéis revestido de Cristo.


a fin de consagrarla a Dios, purificándola por medio del agua y por la palabra.


Por el bautismo habéis sido sepultados con Cristo; con él habéis resucitado también al creer en el poder de Dios, que le resucitó triunfante de la muerte.


El propósito de estas advertencias es que vivan el amor que brota de un corazón limpio, de una conciencia sana y de una fe sin engaños.


Mantén valerosamente el combate de la fe. Conquista la vida eterna a la que Dios te ha llamado; esa vida de la que tan noble profesión has hecho delante de muchos testigos.


Acerquémonos, pues, a Dios con un corazón sincero y lleno de fe; acerquémonos con una conciencia limpia de pecado y con el cuerpo bañado en agua pura.


Daba por supuesto Abraham que Dios tiene poder incluso para resucitar a los muertos; con lo que el hecho de recuperar a su hijo era una suerte de anuncio simbólico.


Me encomiendo a vuestras oraciones. En realidad, creo estar limpio de culpa, puesto que en todo he procurado portarme rectamente.


Pues ¡cuánto más eficaz será la sangre de Cristo, que, bajo la acción del Espíritu eterno, se ha ofrecido sin mancha a Dios! ¡Cuánto más capaz será esa sangre de limpiar nuestra conciencia para que podamos entregarnos al servicio del Dios viviente!


Y así, Cristo no entró en un santuario construido por hombres - imagen del verdadero santuario -, sino en el mismo cielo, donde ahora intercede por nosotros en presencia de Dios.


Bendito sea Dios, padre de nuestro Señor Jesucristo, que, por su inmenso amor y mediante la resurrección de Jesucristo, nos ha hecho renacer a una vida de esperanza,


como quien tiene limpia la conciencia, para que la evidencia misma de la calumnia confunda a quienes denigran vuestra buena conducta cristiana.


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