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1 Corintios 6:15 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

15 ¿Ignoráis que vuestros cuerpos son miembros del cuerpo de Cristo? ¡No quiero ni pensar que pueda tomarse un miembro de Cristo para convertirlo en miembro de prostituta!

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 ¿No se dan cuenta de que sus cuerpos en realidad son miembros de Cristo? ¿Acaso un hombre debería tomar su cuerpo, que es parte de Cristo, y unirlo a una prostituta? ¡Jamás!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 ¿No saben que sus cuerpos son miembros de Cristo? ¿Puedo, entonces, tomar sus miembros a Cristo para hacerlos miembros de una prostituta? ¡Ni pensarlo!

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son° miembros del Mesías? ¿Quitaré, pues, los miembros del Mesías y los haré miembros de una ramera? ¡De ninguna manera!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Voy entonces a arrancar los miembros de Cristo para hacerlos miembros de prostituta? ¡Ni pensarlo!

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1 Corintios 6:15
25 Referans Kwoze  

Vendrá contra esos labradores, los matará y dará la viña a otros. Los que escuchaban a Jesús dijeron: - ¡No quiera Dios que eso suceda!


De manera semejante, nosotros, siendo muchos, estamos injertados en Cristo para formar un solo cuerpo, y cada uno es un miembro al servicio de los demás.


¿Pero no estaremos destruyendo el valor de la Ley al dar tanta fuerza a la fe? ¡De ningún modo! Más bien, estamos consolidando el valor de la Ley.


¡De ningún modo! ¿Cómo podría, si no, un Dios injusto ser juez del mundo?


Entonces, ¿qué? Porque ya no estemos bajo el yugo de la Ley, sino bajo la acción de la gracia, ¿habremos de pecar sin miramientos? ¡De ningún modo !


¡De ningún modo! Quienes hemos muerto al pecado, ¿cómo vamos a seguir viviendo en él?


¿Será entonces que algo bueno en sí mismo se ha convertido en mortífero para mí? ¡De ningún modo! Lo que sucede es que el pecado, para demostrar que lo es verdaderamente, me causó la muerte sirviéndose de algo bueno. Y así con ayuda del mandamiento, ha quedado plenamente al descubierto la perversidad del pecado.


¿Querrá todo esto decir que la Ley es pecado? ¡De ningún modo! Claro que, sin la Ley, el pecado hubiera pasado inadvertido. Así, por ejemplo, yo ignoraba la maldad que hay en los malos deseos, hasta que vino la Ley y dijo: No te dejes arrastrar por los malos deseos.


Pero quiero que sepáis que Cristo es cabeza de todo varón, como el varón lo es de la mujer y Dios lo es de Cristo.


Vosotros formáis el cuerpo de Cristo, y cada uno por separado constituye un miembro.


Se dice también: 'La comida es para el estómago, y el estómago, para la comida' ; pero la verdad es que Dios hará que perezcan ambas cosas. Y, en toda caso, el cuerpo no está hecho para la lujuria, sino para el Señor. A su vez, el Señor es para el cuerpo,


Igualmente, unirse al Señor es hacerse una cosa con él en la esfera del Espíritu.


¿No sabéis, en fin, que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que habéis recibido de Dios y habita en vosotros? Ya no sois los dueños de vosotros mismos.


¡Hasta a ángeles tendremos que juzgar! ¡Cuánto más asuntos concernientes a la vida ordinaria!


Por otra parte, si, al buscar que Cristo nos restablezca en la amistad de Dios, nosotros resultamos ser pecadores, ¿significará esto que Cristo está al servicio del pecado? ¡De ningún modo!


Ley de Moisés y promesas divinas, ¿son, entonces, algo opuesto? ¡De ningún modo! Si se hubiese promulgado una ley capaz de dar vida, sí bastaría con cumplir esa ley para ser restablecidos en la amistad divina.


Por mi parte, si de algo presumo, es de Cristo crucificado, y Dios me libre de aspirar a otra cosa. En la cruz de Cristo, el mundo ha muerto para mí, y yo para el mundo.


Capacita así a los fieles, para que, desempeñando debidamente su tarea, construyan el cuerpo de Cristo


Porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza y salvador del cuerpo que es la Iglesia.


que es su cuerpo, del cual todos nosotros somos miembros vivos.


Es gente que ha perdido el contacto con Cristo, la cabeza, y ya no puede mantener la unión y recibir el alimento, que, a través de los ligamentos y junturas, alcanza a todo el cuerpo y le da el crecimiento que Dios quiere.


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