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1 Corintios 16:22 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

22 Quien no ame al Señor sea maldito. ¡Ven, Señor nuestro!

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

22 El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Si alguien no ama al Señor, tal persona es maldita. Señor nuestro, ¡ven!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Maldito sea el que no ama al Señor. ¡Maran atha! ¡Ven, Señor

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 ¡Si alguno no ama al Señor,° sea anatema!° ¡Maran-atha!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 El que no ama al Señor, sea anatema. Marana tha.

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1 Corintios 16:22
32 Referans Kwoze  

El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí. El que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí.


Os concederé todo lo que me pidáis en mi nombre.


Cuando llegue aquel día, comprenderéis que yo estoy en mi Padre; vosotros, en mí, y yo, en vosotros.


Judas, no el Iscariote, sino el otro, le preguntó: - Señor, ¿cuál es la razón de manifestarte sólo a nosotros y no a los que son del mundo?


El que me odia a mí, odia también a mi Padre.


El me honrará a mí, porque todo lo que os dé a conocer lo recibirá de mí.


Jesús les dijo: - Si Dios fuera de verdad vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo he venido de Dios y estoy aquí enviado por él. No he venido por mi propia cuenta, sino que él me ha enviado.


Se presentaron después ante los jefes de los sacerdotes y demás dirigentes para comunicárselo. - Hemos jurado solemnemente - dijeron - no probar absolutamente nada hasta que matemos a Pablo.


Con gusto aceptaría convertirme en objeto de maldición, separado incluso de Cristo, si eso redundara en beneficio de mis hermanos de raza.


Tened en cuenta a este respecto que nadie, si está movido por el Espíritu de Dios, puede exclamar: 'Maldito sea Jesús' ; como tampoco nadie puede exclamar: 'Jesús es Señor', si no es bajo la acción del Espíritu Santo.


Y es que, como cristianos, da lo mismo estar circuncidados que no estarlo ; lo que cuenta es la fe, que se hace vida en la práctica del amor.


Y la gracia acompañe a cuantos aman a nuestro Señor Jesucristo con un amor indestructible.


Que a todo el mundo llegue la irradiación de vuestra bondad. El Señor está a punto de llegar.


Porque no es injusto Dios como para olvidarse de vuestros afanes y del amor que, en atención a él, habéis derrochado, y seguís todavía derrochando , con vuestros servicios en favor de los creyentes.


a quién amáis y en quien confiáis aún sin haberle visto. Os alegraréis, con un gozo inenarrable y radiante,


Piedra de gran valor para vosotros los creyentes. En cambio, para los incrédulos: la piedra que desecharon los constructores, se ha convertido en la piedra principal.


En fin, amemos nosotros a Dios porque él nos amó primero.


Si creemos que Jesús es el Cristo, somos hijos de Dios. Ahora bien, no es posible amar al padre sin amar también al hermano, que es hijo del mismo padre.


El que da fe de todo esto proclama: - Sí, estoy a punto de llegar. ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!


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