Salmos 99:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

¹ El Señor es rey: que tiemblen las naciones. Él tiene su trono entre querubines: que se estremezca la tierra.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹ Jehová reina; temblarán los pueblos. Él está sentado sobre los querubines, se conmoverá la tierra.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ ¡El Señor es rey! ¡Que tiemblen las naciones! Está sentado en su trono, entre los querubines. ¡Que se estremezca toda la tierra!

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ El Señor reina, tiemblan los pueblos; monta en querubines, la tierra se estremece.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ ¡YHVH reina! ¡Tiemblen los pueblos! Se sienta sobre los querubines, ¡Conmuévase la tierra!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Reina el Señor, los pueblos se conmueven, está sentado sobre querubines, la tierra se estremece.

Salmos 99:1 Referans Kwoze

2 Samuel 6:2

y con todo su ejército partió hacia Balá de Judá para trasladar de allí el arca de Dios, sobre la que se invoca su nombre, el nombre del Señor Todopoderoso que reina entre los querubines.

1 Crónicas 16:30

¡Que tiemble ante él toda la tierra! Él afirmó el mundo, y este no se moverá.

Salmos 18:10

Montando sobre un querubín, surcó los cielos y se remontó sobre las alas del viento.

Salmos 2:6

«He establecido a mi rey sobre Sión, mi santo monte».

Salmos 80:1

Pastor de Israel, tú que guías a José como a un rebaño, tú que reinas entre los querubines, ¡escúchanos! ¡Resplandece

Salmos 80:2

delante de Efraín, Benjamín y Manasés! ¡Muestra tu poder, y ven a salvarnos!

Salmos 82:5

»Ellos no saben nada, no entienden nada. Deambulan en la oscuridad; se estremecen todos los cimientos de la tierra.

Salmos 93:1

El Señor reina, revestido de esplendor; el Señor se ha revestido de grandeza y ha desplegado su poder. Ha establecido el mundo con firmeza; jamás será removido.

Salmos 96:10

Que se diga entre las naciones: «¡El Señor es rey!» Ha establecido el mundo con firmeza; jamás será removido. Él juzga a los pueblos con equidad.

Salmos 96:9

Postraos ante el Señor en la majestad de su santuario; ¡tiemble delante de él toda la tierra!

Salmos 97:1

¡El Señor es rey! ¡Regocíjese la tierra! ¡Alégrense las costas más remotas!

Salmos 97:4

Sus relámpagos iluminan el mundo; al verlos, la tierra se estremece.

Éxodo 25:22

Yo me reuniré allí contigo en medio de los dos querubines que están sobre el arca del pacto. Desde la parte superior del propiciatorio te daré todas las instrucciones que habrás de comunicarles a los israelitas.

Isaías 19:14

El Señor ha infundido en ellos un espíritu de desconcierto. En todo lo que hace Egipto le han hecho perder el rumbo. Como un borracho en su vómito, Egipto se tambalea.

Jeremías 4:24

Miré a las montañas, y estaban temblando; ¡se sacudían todas las colinas!

Jeremías 49:21

Tiembla la tierra por el estruendo de su caída; hasta en el Mar Rojo resuenan sus gritos.

Jeremías 5:22

¿Acaso has dejado de temerme? —afirma el Señor—. ¿No debieras temblar ante mí? Yo puse la arena como límite del mar, como frontera perpetua e infranqueable. Aunque se agiten sus olas, no podrán prevalecer; aunque bramen, no franquearán esa frontera.

Jeremías 50:46

Tiembla la tierra por la estruendosa caída de Babilonia; resuenan sus gritos en medio de las naciones.

Ezequiel 43:7

Me decía: «Hijo de hombre, este es el lugar de mi trono, el lugar donde pongo la planta de mis pies; aquí habitaré entre los israelitas para siempre. El pueblo de Israel y sus reyes no volverán a profanar mi santo nombre con sus infidelidades, ni con sus tumbas reales y sus cultos idolátricos.

Lucas 19:12

Así que les dijo: «Un hombre de la nobleza se fue a un país lejano para ser coronado rey y luego regresar.

Lucas 19:14

Pero sus súbditos lo odiaban y mandaron tras él una delegación a decir: “No queremos a este por rey”.

Lucas 19:27

Pero, en cuanto a esos enemigos míos que no me querían por rey, traedlos aquí y matadlos delante de mí”».

Filipenses 2:12

Así que, mis queridos hermanos, como habéis obedecido siempre —no solo en mi presencia, sino mucho más ahora en mi ausencia— llevad a cabo vuestra salvación con temor y temblor,

Apocalipsis 11:17

diciendo: «Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras, te damos gracias porque has asumido tu gran poder y has comenzado a reinar.

Apocalipsis 20:11

Luego vi un gran trono blanco y a alguien que estaba sentado en él. De su presencia huyeron la tierra y el cielo, sin dejar rastro alguno.

Apocalipsis 6:14

El firmamento desapareció como cuando se enrolla un pergamino, y todas las montañas y las islas fueron removidas de su lugar.