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Salmos 7:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

6 ¡Levántate, Señor, en tu ira; enfréntate al furor de mis enemigos! ¡Despierta, oh Dios, e imparte justicia!

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

6 Levántate, oh Jehová, en tu ira; Álzate en contra de la furia de mis angustiadores, Y despierta en favor mío el juicio que mandaste.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 ¡Levántate, oh Señor, con enojo! ¡Hazle frente a la furia de mis enemigos! ¡Despierta, Dios mío, y trae justicia!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Enójate, Señor, y ponte en pie, haz frente al furor de mis opresores. Despiértate, oh Dios, y ordena el juicio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 ¡Levántate, oh YHVH, en tu ira! ¡Álzate contra la furia de mis adversarios, Y despierta a favor mío en el juicio que convocaste!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 que el enemigo me acose y que me alcance, que me arrastre por los suelos y eche a rodar mi honor por tierra. Selah

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Salmos 7:6
21 Referans Kwoze  

Absalón y todos los israelitas dijeron: ―El plan de Husay el arquita es mejor que el de Ajitofel. Esto sucedió porque el Señor había determinado hacer fracasar el consejo de Ajitofel, aunque era el más acertado, y de ese modo llevar a Absalón a la ruina.


El Señor hace justicia y defiende a todos los oprimidos.


Dice el Señor: «Voy ahora a levantarme, y pondré a salvo a los oprimidos, pues al pobre se le oprime, y el necesitado se queja».


Aunque pase yo por grandes angustias, tú me darás vida; contra el furor de mis enemigos extenderás la mano: ¡tu mano derecha me pondrá a salvo!


El enemigo atenta contra mi vida: quiere hacerme morder el polvo. Me obliga a vivir en las tinieblas, como los que murieron hace tiempo.


¡Levántate, Señor! ¡Ponme a salvo, Dios mío! ¡Rómpeles la quijada a mis enemigos! ¡Rómpeles los dientes a los malvados!


Defiéndeme, Señor, de los que me atacan; combate a los que me combaten.


¡Despierta, Dios mío, levántate! ¡Hazme justicia, Señor, defiéndeme!


¡Despierta, Señor! ¿Por qué duermes? ¡Levántate! No nos rechaces para siempre.


Levántate, ven a ayudarnos, y por tu gran amor, ¡rescátanos!


Tú, Señor, eres el Dios Todopoderoso, ¡eres el Dios de Israel! ¡Despiértate y castiga a todas las naciones; no tengas compasión de esos viles traidores! Selah


Como quien despierta de un sueño, así, Señor, cuando tú te levantes, desecharás su falsa apariencia.


Dirige tus pasos hacia estas ruinas eternas; ¡todo en el santuario lo ha destruido el enemigo!


Despertó entonces el Señor, como quien despierta de un sueño, como un guerrero que, a causa del vino, lanza gritos desaforados.


El Señor se dispone a denunciar; se levanta para enjuiciar al pueblo.


«Ahora me levantaré —dice el Señor—. Ahora seré exaltado, ahora seré ensalzado.


Ahora, pues, Señor y Dios nuestro, sálvanos de su mano, para que todos los reinos de la tierra sepan que solo tú, Señor, eres Dios».


¡Despierta, brazo del Señor! ¡Despierta y vístete de fuerza! Despierta, como en los días pasados, como en las generaciones de antaño. ¿No fuiste tú el que despedazó a Rahab, el que traspasó a ese monstruo marino?


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