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Salmos 66:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

3 Decidle a Dios: «¡Cuán imponentes son tus obras! Es tan grande tu poder que tus enemigos mismos se rinden ante ti.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

3 Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Díganle a Dios: «¡Qué imponentes son tus obras! Tus enemigos se arrastran ante tu gran poder.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Digan a Dios: ¡Qué terribles son tus obras! Tu fuerza es tal que tus enemigos se convierten en tus aduladores.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Decid a ’Elohim: ¡Cuán admirables son tus obras! Por la grandeza de tu poder, se someterán a ti tus enemigos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 decidle: '¡Cuán temibles son tus obras!'. Por tu mucho poder, tus mismos enemigos te cortejan,

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Salmos 66:3
19 Referans Kwoze  

«Dios es poderoso e infunde temor; él pone orden en las alturas de los cielos.


Apenas me oyen, me obedecen; son extranjeros, y me rinden homenaje.


¡Esos extraños se descorazonan, y temblando salen de sus refugios!


¡Cuán imponente es el Señor Altísimo, el gran rey de toda la tierra!


Tú, oh Dios y Salvador nuestro, nos respondes con imponentes obras de justicia; tú eres la esperanza de los confines de la tierra y de los más lejanos mares.


Reprende a esa bestia de los juncos, a esa manada de toros bravos entre naciones que parecen becerros. Haz que, humillada, te lleve lingotes de plata; dispersa a las naciones belicosas.


al que acaba con el valor de los gobernantes, ¡al que es temido por los reyes de la tierra!


Los que aborrecen al Señor se rendirían ante él, pero serían eternamente castigados.


Miriam les cantaba así: Cantad al Señor, que se ha coronado de triunfo arrojando al mar caballos y jinetes.


Los hombres se meterán en las cuevas de las rocas, y en las grietas del suelo, ante el terror del Señor y el esplendor de su majestad, cuando él se levante para hacer temblar la tierra.


Por eso te glorifica un pueblo poderoso; te teme la ciudad de las naciones crueles.


Alzad los ojos y mirad a los cielos: ¿Quién ha creado todo esto? El que ordena la multitud de estrellas una por una, y llama a cada una por su nombre. ¡Es tan grande su poder, y tan poderosa su fuerza, que no falta ninguna de ellas!


Hiciste portentos inesperados cuando descendiste; ante tu presencia temblaron las montañas.


Pero el Señor es el Dios verdadero, el Dios viviente, el Rey eterno. Cuando se enoja, tiembla la tierra; las naciones no pueden soportar su ira.


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