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Salmos 4:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

2 Y vosotros, señores, ¿hasta cuándo cambiaréis mi gloria en vergüenza? ¿Hasta cuándo amaréis ídolos vanos e iréis en pos de lo ilusorio? Selah

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia, Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? Selah

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 ¿Hasta cuándo, señores, arruinarán mi reputación? ¿Hasta cuándo harán acusaciones infundadas contra mí? ¿Hasta cuándo seguirán con sus mentiras? Interludio

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 ¿Hasta cuándo, señores, no querrán entender? ¿Por qué aman la falsedad y buscan la mentira?

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Oh hijos del hombre, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia? ¿Hasta cuando amaréis lo vano y buscaréis la mentira? Selah

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Al invocarte atiéndeme, oh Dios, mi liberador. Tú eres quien me alivia en las angustias: apiádate y escucha mi plegaria.

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Salmos 4:2
29 Referans Kwoze  

Cambiaron al que era su motivo de orgullo por la imagen de un toro que come hierba.


Vosotros frustráis los planes de los pobres, pero el Señor los protege.


¿Por qué se sublevan las naciones, y en vano conspiran los pueblos?


Pero tú, Señor, me rodeas cual escudo; tú eres mi gloria; ¡tú mantienes en alto mi cabeza!


Odio a los que veneran ídolos vanos; yo, por mi parte, confío en ti, Señor.


Tú destruyes a los mentirosos y aborreces a los tramposos y asesinos.


Invócame en el día de la angustia; yo te libraré y tú me honrarás».


Me encuentro en medio de leones, rodeado de gente rapaz. Sus dientes son lanzas y flechas; su lengua, una espada afilada.


¿Acaso vosotros, gobernantes, actuáis con justicia, y juzgáis con rectitud a los seres humanos?


Los malvados se pervierten desde que nacen; desde el vientre materno se desvían los mentirosos.


El rey se regocijará en Dios; todos los que invocan a Dios lo alabarán, pero los mentirosos serán silenciados.


Así juzgará con rectitud a tu pueblo y hará justicia a tus pobres.


Moisés y Aarón se presentaron ante el faraón, y le advirtieron: «Así dice el Señor y Dios de los hebreos: “¿Hasta cuándo te opondrás a humillarte en mi presencia? Deja ir a mi pueblo para que me rinda culto.


«¿Hasta cuándo, muchachos inexpertos, seguiréis aferrados a vuestra inexperiencia? ¿Hasta cuándo, vosotros los insolentes, os complaceréis en vuestra insolencia? ¿Hasta cuándo, vosotros los necios, aborreceréis el conocimiento?


Cuando no se ejecuta rápidamente la sentencia de un delito, el corazón del pueblo se llena de razones para hacer lo malo.


Hay un mal en todo lo que se hace en esta vida: que todos tienen un mismo final. Además, el corazón del hombre rebosa de maldad; la locura está en su corazón toda su vida, y su fin está entre los muertos.


Y los que confían en Etiopía y se enorgullecen de Egipto quedarán aterrados y avergonzados.


Pero Israel será salvado por el Señor con salvación eterna; y nunca más volverá a ser avergonzado ni humillado.


Nadie clama por la justicia, nadie va a juicio con integridad. Se confía en argumentos sin sentido, y se mienten unos a otros. Conciben malicia y dan a luz perversidad.


¿Hay alguna nación que haya cambiado de dioses, a pesar de que no son dioses? ¡Pues mi pueblo ha cambiado al que es su gloria, por lo que no sirve para nada!


Así dice el Señor: «¿Qué injusticia vieron en mí vuestros antepasados, que se alejaron tanto de mí? Se fueron tras lo que nada vale, y en nada se convirtieron.


«Tensan su lengua como un arco; en el país prevalece la mentira, no la verdad, porque van de mal en peor, y a mí no me conocen —afirma el Señor—.


Mientras más aumentaban los sacerdotes, más pecaban contra mí; cambiaron a quien es su gloria en algo deshonroso.


»Los que siguen a ídolos vanos abandonan el amor de Dios.


Entonces el Señor le dijo a Moisés: ―¿Hasta cuándo esta gente me seguirá menospreciando? ¿Hasta cuándo se negarán a creer en mí, a pesar de todas las maravillas que he hecho entre ellos?


Los judíos corroboraron la acusación, afirmando que todo esto era cierto.


para que, como está escrito: «Si alguien ha de gloriarse, que se gloríe en el Señor».


Por lo tanto, dejando la mentira, hablad cada uno a su prójimo con la verdad, porque todos somos miembros de un mismo cuerpo.


No os alejéis de él por seguir a ídolos inútiles, que no os pueden ayudar ni rescatar, pues no sirven para nada.


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