Salmos 112:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

² Sus hijos dominarán el país; la descendencia de los justos será bendecida.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

² Su descendencia será poderosa en la tierra; La generación de los rectos será bendita.

Biblia Nueva Traducción Viviente

² Sus hijos tendrán éxito en todas partes; toda una generación de justos será bendecida.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² Su semilla será pujante en el país, los retoños del hombre bueno serán benditos.

La Biblia Textual 3a Edicion

² g Su linaje será poderoso en la tierra, d La generación de los rectos será bendita.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² Guímel. Pujante en el país es su linaje, Dálet. pues la estirpe del justo es bendecida.

Salmos 112:2 Referans Kwoze

Génesis 17:7

Estableceré mi pacto contigo y con tu descendencia, como pacto perpetuo, por todas las generaciones. Yo seré tu Dios, y el Dios de tus descendientes.

Génesis 25:11

Después de la muerte de Abraham, Dios bendijo a Isaac, hijo de Abraham, quien se quedó a vivir cerca del pozo de Lajay Roí.

Salmos 102:28

Los hijos de tus siervos se establecerán, y sus descendientes habitarán en tu presencia».

Salmos 25:13

Tendrá una vida placentera, y sus descendientes heredarán la tierra.

Salmos 37:26

Prestan siempre con generosidad; sus hijos son una bendición.

Proverbios 11:21

Una cosa es segura: Los malvados no quedarán impunes, pero los justos saldrán bien librados.

Proverbios 13:22

El hombre de bien deja herencia a sus nietos; las riquezas del pecador se quedan para los justos.

Proverbios 20:7

Justo es quien lleva una vida sin tacha; ¡dichosos los hijos que sigan su ejemplo!

Jeremías 32:39

Haré que haya coherencia entre su pensamiento y su conducta, a fin de que siempre me teman, para su propio bien y el de sus hijos.

Números 7:62

También presentó una bandeja de oro de ciento diez gramos, llena de incienso.

Hechos 2:39

En efecto, la promesa es para vosotros, para vuestros hijos y para todos los extranjeros, es decir, para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios quiera llamar.