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Proverbios 30:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

14 Hay quienes tienen espadas por dientes y cuchillos por mandíbulas; para devorar a los pobres de la tierra y a los menesterosos de este mundo.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

14 Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, Para devorar a los pobres de la tierra, y a los menesterosos de entre los hombres.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Tienen los dientes como espadas y los colmillos como cuchillos. Devoran al pobre de la tierra y a los necesitados de entre la humanidad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 personas con dientes como espadas y colmillos como cuchillos, que devoran a los humildes del país y a los pobres del pueblo!

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Hay quien tiene dientes como espadas y muelas como cuchillos, Para devorar a los pobres de la tierra y a los necesitados de entre los hombres.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 una raza cuyos dientes son espadas y cuyos molares son cuchillos para devorar a los pobres del país y a los menesterosos de entre los hombres.

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Proverbios 30:14
33 Referans Kwoze  

A los malvados destroné; ¡de sus fauces les arrebaté la presa!


¿Quién se atreve a abrir el abismo de sus fauces, coronadas de terribles colmillos?


Dice el Señor: «Voy ahora a levantarme, y pondré a salvo a los oprimidos, pues al pobre se le oprime, y el necesitado se queja».


Bendito sea el Señor, que no dejó que nos despedazaran con sus dientes.


¿Acaso no tienen entendimiento todos los que hacen lo malo, los que devoran a mi pueblo como si fuera pan? ¡Jamás invocan al Señor!


¡Levántate, Señor! ¡Ponme a salvo, Dios mío! ¡Rómpeles la quijada a mis enemigos! ¡Rómpeles los dientes a los malvados!


Tu lengua, como navaja afilada, trama destrucción y practica el engaño.


Me encuentro en medio de leones, rodeado de gente rapaz. Sus dientes son lanzas y flechas; su lengua, una espada afilada.


Pero tú, oh Dios, estás sobre los cielos, ¡tu gloria cubre toda la tierra!


Rómpeles, oh Dios, los dientes; ¡arráncales, Señor, los colmillos a esos leones!


El charlatán hiere con la lengua como con una espada, pero la lengua del sabio brinda alivio.


Oprimir al pobre para enriquecerse, y hacerle regalos al rico, ¡buena manera de empobrecerse!


El gobernante que oprime a los pobres es como violenta lluvia que arrasa la cosecha.


»La sanguijuela tiene dos hijas que solo dicen: “Dame, dame”. »Tres cosas hay que nunca se sacian, y una cuarta que nunca dice “¡Basta!”:


Luego me fijé en tanta opresión que hay en esta vida. Vi llorar a los oprimidos, y no había quien los consolara; el poder estaba del lado de sus opresores, y no había quien los consolara.


Privan de sus derechos a los pobres, y no hacen justicia a los oprimidos de mi pueblo; hacen de las viudas su presa y saquean a los huérfanos.


El Señor va a juicio contra los ancianos y jefes de su pueblo: «¡Vosotros habéis devorado la viña, y el despojo del pobre está en vuestras casas!


¿Con qué derecho aplastáis a mi pueblo y pasáis por encima de los pobres?», afirma el Señor, el Señor Todopoderoso.


El canalla recurre a artimañas malignas, y trama designios infames; destruye a los pobres con mentiras, aunque el necesitado reclama justicia.


Mira, ahí tienes a los gobernadores de Israel, que en tus calles abusan del poder solo para derramar sangre.


Vosotros os bebéis la leche, os vestís con la lana y matáis las ovejas más gordas, pero no cuidáis del rebaño.


Pisotean la cabeza de los desvalidos como si fuera el polvo de la tierra, y pervierten el camino de los pobres. Padre e hijo se acuestan con la misma mujer, profanando así mi santo nombre.


Oíd esta palabra, vacas de Basán, que vivís en el monte de Samaria, que oprimís a los desvalidos y maltratáis a los necesitados, que decís a vuestros esposos: «¡Traednos de beber!»


Oíd esto, los que pisoteáis a los necesitados y extermináis a los pobres de la tierra.


Con tu lanza les partiste la cabeza a sus guerreros, que enfurecidos querían dispersarme, que con placer arrogante se lanzaron contra mí, como quien se lanza contra un pobre indefenso.


Las autoridades que están en ella son leones rugientes, sus gobernantes son lobos nocturnos que no dejan nada para la mañana.


»¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Cerráis el reino de los cielos a los demás, y ni entráis vosotros ni dejáis entrar a los que intentan hacerlo.


Su crin parecía cabello de mujer, y sus dientes eran como de león.


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