Números 11:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

¹⁰ Moisés escuchó que las familias del pueblo lloraban, cada una a la entrada de su tienda, con lo cual hacían que la ira del Señor se encendiera en extremo. Entonces, muy disgustado,

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁰ Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda; y la ira de Jehová se encendió en gran manera; también le pareció mal a Moisés.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁰ Entonces Moisés escuchó los lloriqueos de las familias a la entrada de sus carpas y el Señor se enfureció. Moisés también estaba muy molesto,

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁰ Moisés oyó que el pueblo lloraba, cada familia a la entrada de su tienda, mientras ardía la cólera de Yavé. Moisés se afectó mucho por eso.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁰ Y oyó Moisés al pueblo, cómo familias enteras lloraban, cada cual a la entrada de su tienda. Y la ira de YHVH se encendió grandemente, y también fue desagradable ante los ojos de Moisés.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁰ Oyó Moisés cómo el pueblo lloraba, familia por familia, cada uno a la entrada de su tienda. Y se encendió en gran manera la cólera de Yahveh. A Moisés le desagradó esto en gran manera

Números 11:10 Referans Kwoze

Salmos 106:25

Refunfuñaron en sus tiendas de campaña y no obedecieron al Señor.

Salmos 139:21

¿Acaso no aborrezco, Señor, a los que te odian, y abomino a los que te rechazan?

Salmos 78:21

Cuando el Señor oyó esto, se puso muy furioso; su enojo se encendió contra Jacob, su ira ardió contra Israel.

Salmos 78:59

Dios lo supo y se puso muy furioso, por lo que rechazó completamente a Israel.

Isaías 5:25

Por eso se enciende la ira del Señor contra su pueblo, levanta la mano contra él y lo golpea; las montañas se estremecen, los cadáveres quedan como basura en medio de las calles. Con todo, no se aplacó su ira, y su brazo aún sigue extendido.

Jeremías 17:4

Por tu culpa perderás la herencia que yo te había dado. Te haré esclava de tus enemigos, en un país para ti desconocido, porque has encendido mi ira, la cual se mantendrá ardiendo para siempre».

Números 11:1

Un día, el pueblo se quejó de las penalidades que estaba sufriendo. Al oírlos el Señor, ardió en ira y su fuego consumió los alrededores del campamento.

Números 11:11

Moisés oró al Señor: ―Si yo soy tu siervo, ¿por qué me perjudicas? ¿Por qué me niegas tu favor y me obligas a cargar con todo este pueblo?

Números 11:9

Por la noche, cuando el rocío caía sobre el campamento, también caía el maná.

Números 12:3

A propósito, Moisés era muy humilde, más humilde que cualquier otro sobre la tierra.

Números 12:9

Entonces la ira del Señor se encendió contra ellos, y el Señor se marchó.

Números 16:27

El pueblo se alejó de las tiendas de Coré, Datán y Abirán. Los dos últimos habían salido a la entrada de sus tiendas, y estaban allí, de pie, con sus esposas y todos sus hijos.

Números 21:5

y comenzaron a hablar contra Dios y contra Moisés: ―¿Para qué nos trajisteis vosotros de Egipto a morir en este desierto? ¡Aquí no hay pan ni agua! ¡Ya estamos hartos de esta pésima comida!

Marcos 10:14

Cuando Jesús se dio cuenta, se indignó y les dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos.

Marcos 3:5

Jesús se quedó mirándoles, enojado y entristecido por la dureza de su corazón, y dijo al hombre: ―Extiende la mano. La extendió, y la mano quedó restablecida.

Deuteronomio 32:22

Se ha encendido el fuego de mi ira, que quema hasta lo profundo del abismo. Devorará la tierra y sus cosechas, y consumirá la raíz de las montañas.