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Nehemías 6:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

9 En realidad, lo que pretendían era asustarnos. Pensaban desanimarnos, para que no termináramos la obra. «Y ahora, Señor, ¡fortalece mis manos!»

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 Porque todos ellos nos amedrentaban, diciendo: Se debilitarán las manos de ellos en la obra, y no será terminada. Ahora, pues, oh Dios, fortalece tú mis manos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Solo trataban de intimidarnos, creían que podrían desalentarnos y detener la obra. De modo que seguí con el trabajo más decidido que nunca.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Pues todos, queriendo meternos miedo, decían: 'Se van a cansar de trabajar y la obra no se hará'. Yo, en cambio, me empeñaba más todavía.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Porque ellos querían atemorizarnos, pensando que nuestras manos estarían debilitadas por la obra y que desistiríamos de ella. Pero ahora, ¡fortalece Tú mis manos!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 En realidad, lo que todos ellos intentaban era infundirnos miedo, porque pensaban: 'Sus manos desistirán de la obra, y no se llevará a cabo'. Pero yo me reafirmé más todavía.

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Nehemías 6:9
23 Referans Kwoze  

Pero, vosotros, ¡manteneos firmes y no bajéis la guardia, porque vuestras obras serán recompensadas!»


Los oficiales de Senaquerib les gritaban en alta voz a los habitantes de Jerusalén que estaban en la muralla. Lo hacían en lengua hebrea, para infundirles miedo y así poder conquistar la ciudad.


Todos sus vecinos los ayudaron con plata y oro, bienes y ganado, objetos valiosos y todo tipo de ofrendas voluntarias.


«¡Dios mío, recuerda las intrigas de Sambalat y Tobías! ¡Recuerda también a la profetisa Noadías y a los otros profetas que quisieron intimidarme!»


Cuando te llamé, me respondiste; me infundiste ánimo y renovaste mis fuerzas.


Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza.


En tu santuario, oh Dios, eres imponente; ¡el Dios de Israel da poder y fuerza a su pueblo! ¡Bendito sea Dios!


En ti, Señor, me he refugiado; jamás me dejes quedar en vergüenza.


Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil.


Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.


Los jefes le dijeron al rey: ―Hay que matar a este hombre. Con semejantes discursos está desmoralizando a los soldados y a todo el pueblo que aún queda en esta ciudad. Este hombre no busca el bien del pueblo, sino su desgracia.


Fortaleceré a su vez los brazos del rey de Babilonia: pondré mi espada en sus manos y quebraré los brazos del faraón. Entonces él gemirá ante su enemigo como herido de muerte.


Yo mismo los fortaleceré, y ellos caminarán en mi nombre», afirma el Señor.


pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.


Le pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas, os fortalezca en lo íntimo de vuestro ser,


Por último, fortaleceos con el gran poder del Señor.


Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.


Por tanto, renovad las fuerzas de vuestras manos cansadas y de vuestras rodillas debilitadas.


Y, después de que hayáis sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que os llamó a su gloria eterna en Cristo, os restaurará y os hará fuertes, firmes y estables.


David se alarmó, pues la tropa hablaba de apedrearlo; y es que todos se sentían amargados por la pérdida de sus hijos e hijas. Pero cobró ánimo y puso su confianza en el Señor su Dios.


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