Nehemías 13:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 20175 y le había acondicionado una habitación grande. Allí se almacenaban las ofrendas, el incienso, los utensilios, los diezmos del trigo, vino y aceite correspondientes a los levitas, cantores y porteros, y las contribuciones para los sacerdotes. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19605 y le había hecho una gran cámara, en la cual guardaban antes las ofrendas, el incienso, los utensilios, el diezmo del grano, del vino y del aceite, que estaba mandado dar a los levitas, a los cantores y a los porteros, y la ofrenda de los sacerdotes. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente5 había rediseñado un gran depósito y lo había puesto a disposición de Tobías. Anteriormente usaban el cuarto para almacenar ofrendas de grano, incienso, diversos utensilios para el templo, diezmos de granos, de vino nuevo, de aceite de oliva (destinados a los levitas, a los cantores y a los porteros), y también las ofrendas para los sacerdotes. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)5 le había pasado a éste una gran bodega donde antes se guardaban las ofrendas, el incienso, los objetos sagrados, el diezmo del trigo, del vino y del aceite, en una palabra, la parte de los levitas, de los cantores y de los porteros y lo que correspondía a los sacerdotes. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion5 y le había preparado un gran aposento donde antes se depositaban las ofrendas vegetales, el incienso, los vasos, y los diezmos del grano, del vino nuevo y del aceite, prescrito para los levitas, cantores y porteros, así como la ofrenda para los sacerdotes. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19755 le había preparado a éste una gran cámara, en la que antes se depositaban las oblaciones, el incienso, los enseres, los diezmos del trigo, del mosto y del aceite, o sea, cuanto estaba mandado que se diera a los levitas, los cantores y los porteros, así como la contribución debida a los sacerdotes. Gade chapit la |
Convinimos en llevar a los almacenes del templo de nuestro Dios las primicias de nuestra molienda, de nuestras ofrendas, del fruto de nuestros árboles, de nuestro vino nuevo y de nuestro aceite, para los sacerdotes que ministran en el templo de nuestro Dios. Convinimos también en dar la décima parte de nuestras cosechas a los levitas, pues son ellos quienes recolectan todo esto en los pueblos donde trabajamos.
Aquel día se nombró a los encargados de los depósitos donde se almacenaban los tesoros, las ofrendas, las primicias y los diezmos, para que depositaran en ellos las contribuciones que provenían de los campos de cada población y que, según la ley, les correspondían a los sacerdotes y a los levitas. La gente de Judá estaba contenta con el servicio que prestaban los sacerdotes y levitas,