Nahúm 2:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017
13 «Pero ahora yo vengo contra ti —afirma el Señor omnipotente—. Reduciré a cenizas tus carros de guerra y mataré a filo de espada a tus leoncillos. Pondré fin en el país a tus rapiñas, y no volverá a oírse la voz de tus mensajeros».
13 Heme aquí contra ti, dice Jehová de los ejércitos. Encenderé y reduciré a humo tus carros, y espada devorará tus leoncillos; y cortaré de la tierra tu robo, y nunca más se oirá la voz de tus mensajeros.
13 «¡Yo soy tu enemigo! —dice el Señor de los Ejércitos Celestiales—. Tus carros de guerra serán quemados; tus jóvenes morirán en la batalla. Nunca más saquearás las naciones conquistadas. No volverán a oírse las voces de tus orgullosos mensajeros».
13 ¡He aquí que Yo estoy contra ti! Oráculo de YHVH Sebaot. Encenderé y reduciré a humo tus carros, Y a tus leoncillos los devorará la espada, Cortaré de la tierra tus presas, Y no volverá a oírse jamás la voz de tus pregoneros.
Desde Laquis, el rey de Asiria envió a su virrey, al funcionario principal y a su comandante en jefe, al frente de un gran ejército, para hablar con el rey Ezequías en Jerusalén. Marcharon hacia Jerusalén y, al llegar, se detuvieron junto al acueducto del estanque superior, en el camino que lleva al Campo del Lavandero.
Has enviado a tus mensajeros a insultar al Señor, diciendo: ‘Con mis numerosos carros de combate escalé las cumbres de las montañas, ¡las laderas del Líbano! Talé sus cedros más altos, sus cipreses más selectos. Alcancé sus refugios más lejanos, y sus bosques más frondosos.
¡Yo estoy contra ti, Jerusalén, reina del valle, roca de la llanura! —afirma el Señor—. Vosotros decís: ‘¿Quién podrá venir contra nosotros? ¿Quién podrá entrar en nuestros refugios?’
»Estoy en contra de ti, monte del exterminio, que destruyes toda la tierra —afirma el Señor—. Extenderé mi mano contra ti; te haré rodar desde los peñascos y te convertiré en monte quemado.
»”Por tanto, así dice el Señor omnipotente: A causa de vuestras palabras falsas y visiones mentirosas, aquí estoy contra vosotros. Lo afirma el Señor omnipotente.
Por eso, así dice el Señor omnipotente: Tiro, yo estoy contra ti, y así como el mar levanta sus olas, voy a hacer que contra ti se levanten muchas naciones.
Adviértele que así dice el Señor omnipotente: »“Aquí estoy, Sidón, para acusarte y para ser glorificado en ti. Cuando traiga sobre ti un justo castigo, y manifieste sobre ti mi santidad, se sabrá que yo soy el Señor.
Por eso me declaro en contra tuya y en contra de tus ríos. Desde Migdol hasta Asuán, y hasta la frontera con Etiopía, convertiré la tierra de Egipto en ruina y desolación total.
Adviértele que así dice el Señor omnipotente: »“A ti, Faraón, rey de Egipto, gran monstruo que yaces en el cauce de tus ríos, que dices: ‘El Nilo es mío, el Nilo es mi creación’, ¡te declaro que estoy en tu contra!
Adviértele que así dice el Señor omnipotente: »“Aquí estoy contra ti, montaña de Seír. Contra ti extenderé mi mano, y te convertiré en un desierto desolado.
Porque allí mismo te consumirá el fuego y te exterminará la espada; ¡como larva de langosta te devorará! Multiplícate como larva, reprodúcete como langosta.
«¡Aquí estoy contra ti! —afirma el Señor Todopoderoso—. Te levantaré la falda hasta la cara, para que las naciones vean tu desnudez, y los reinos descubran tus vergüenzas.
Entonces el Señor le dijo a Josué: «No les tengas miedo, porque mañana, a esta hora, yo le entregaré muerto a Israel todo ese ejército. Vosotros, por vuestra parte, deberéis desjarretar sus caballos e incendiar sus carros de guerra».