Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Mateo 18:31 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

31 Cuando los demás siervos vieron lo ocurrido, se entristecieron mucho y fueron a contarle a su señor todo lo que había sucedido.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

31 »Cuando algunos de los otros siervos vieron eso, se disgustaron mucho. Fueron ante el rey y le contaron todo lo que había sucedido.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

31 Los compañeros, testigos de esta escena, quedaron muy molestos y fueron a contárselo todo a su señor.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

31 Viendo pues lo ocurrido, sus consiervos se entristecieron mucho, y fueron a referir a su señor todo lo sucedido.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 Al ver, pues, sus compañeros lo que había sucedido, se disgustaron mucho y fueron a contárselo todo a su señor.

Gade chapit la Kopi




Mateo 18:31
16 Referans Kwoze  

Esta es la historia de Jacob y su familia. Cuando José tenía diecisiete años, apacentaba el rebaño junto a sus hermanos, los hijos de Bilhá y de Zilpá, que eran concubinas de su padre. El joven José solía informar a su padre de la mala fama que tenían estos hermanos suyos.


Ríos de lágrimas brotan de mis ojos, porque tu ley no se obedece.


Miro a esos renegados y me dan náuseas, porque no cumplen tus palabras.


¡Ojalá mi cabeza fuera un manantial, y mis ojos una fuente de lágrimas, para llorar de día y de noche por los muertos de mi pueblo!


El rey se entristeció, pero, a causa de sus juramentos y en atención a los invitados, ordenó que se le concediera la petición,


»Al salir, aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien monedas de plata. Lo agarró por el cuello y comenzó a estrangularlo. “¡Págame lo que me debes!”, le exigió.


Pero él se negó. Más bien fue y lo hizo meter en la cárcel hasta que pagara la deuda.


Entonces el señor mandó llamar al siervo. “¡Siervo malvado! —le increpó—. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste.


Jesús se quedó mirándoles, enojado y entristecido por la dureza de su corazón, y dijo al hombre: ―Extiende la mano. La extendió, y la mano quedó restablecida.


El siervo regresó e informó de esto a su señor. Entonces el dueño de la casa se enojó y mandó a su siervo: “Sal de prisa por las plazas y los callejones del pueblo, y trae acá a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos”.


Cuando se acercaba a Jerusalén, Jesús vio la ciudad y lloró por ella.


Alegraos con los que están alegres; llorad con los que lloran.


¡Para vergüenza mía, confieso que hemos sido demasiado débiles! Si alguien se atreve a dárselas de algo, también yo me atrevo a hacerlo; lo digo como un insensato.


Obedeced a vuestros dirigentes y someteos a ellos, pues cuidan de vosotros como quienes tienen que rendir cuentas. Obedecedlos a fin de que ellos cumplan su tarea con alegría y sin quejarse, pues el quejarse no les trae ningún provecho.


Acordaos de los presos, como si vosotros fuerais sus compañeros de cárcel, y también de los que son maltratados, como si fuerais vosotros mismos los que sufrís.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite