Marcos 8:25 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

²⁵ Entonces le puso de nuevo las manos sobre los ojos, y el ciego fue curado: recobró la vista y comenzó a ver todo con claridad.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁵ Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁵ Entonces Jesús puso nuevamente sus manos sobre los ojos del hombre y fueron abiertos. Su vista fue totalmente restaurada y podía ver todo con claridad.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁵ Jesús le puso nuevamente las manos en los ojos, y el hombre se encontró con buena vista; se recuperó plenamente y podía ver todo con claridad.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁵ Y le puso otra vez las manos sobre sus ojos, entonces él miró fijamente y se restableció, y veía claramente todas las cosas desde lejos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁵ Después impuso otra vez las manos sobre los ojos del ciego, y éste comenzó a ver claro, recobró la vista y distinguía todo perfectamente desde lejos.

Marcos 8:25 Referans Kwoze

Proverbios 4:18

La senda de los justos se asemeja a los primeros albores de la aurora: su esplendor va en aumento hasta que el día alcanza su plenitud.

Mateo 13:12

Al que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia. Al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará.

Marcos 8:24

El hombre alzó los ojos y dijo: ―Veo gente; parecen árboles que caminan.

Marcos 8:26

Jesús lo mandó a su casa con esta advertencia: ―No vayas a entrar en el pueblo.

Hechos 1:10

Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras él se alejaba. De repente, se les acercaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:

Hechos 14:9

escuchando a Pablo, quien, al reparar en él y ver que tenía fe para ser sanado,

Filipenses 1:6

Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en vosotros la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.

1 Pedro 2:9

Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclaméis las obras maravillosas de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.

2 Pedro 3:18

Más bien, creced en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.