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Marcos 7:22 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

22 la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

22 los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 el adulterio, la avaricia, la perversidad, el engaño, los deseos sensuales, la envidia, la calumnia, el orgullo y la necedad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 infidelidad matrimonial, codicia, maldad, vida viciosa, envidia, injuria, orgullo y falta de sentido moral.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 adulterios, avaricias, maldades, engaño, sensualidad, envidia, maledicencia, soberbia, insensatez.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 adulterios, codicias, maldades, engaños, lujuria, envidia, injuria, soberbia, desatino.

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Marcos 7:22
26 Referans Kwoze  

Sin embargo, cuando los príncipes de Babilonia enviaron una embajada para investigar acerca de la señal extraordinaria que había tenido lugar en el país, Dios se retiró de Ezequías para probarlo y descubrir todo lo que había en su corazón.


El malvado va con la cabeza levantada, y no da lugar a Dios en sus pensamientos.


Inclina mi corazón hacia tus estatutos y no hacia las ganancias desmedidas.


El hombre prudente no muestra lo que sabe, pero el corazón de los necios proclama su necedad.


La necedad es parte del corazón juvenil, pero la vara de la disciplina la corrige.


No te sientes a la mesa de un tacaño, ni codicies sus manjares,


Las intrigas del necio son pecado, y todos aborrecen a los insolentes.


Aunque al necio lo muelas y lo remuelas, y lo machaques como al grano, no le quitarás la necedad.


El tacaño ansía enriquecerse, sin saber que la pobreza lo aguarda.


Volví entonces mi atención hacia el conocimiento, para investigar e indagar acerca de la sabiduría y la razón de las cosas, y me di cuenta de la insensatez de la maldad y la locura de la necedad.


Hemos sido rebeldes; hemos negado al Señor. ¡Le hemos vuelto la espalda a nuestro Dios! Fomentamos la opresión y la traición; proferimos las mentiras concebidas en nuestro corazón.


Sus pies corren hacia el mal; se apresuran a derramar sangre inocente. Sus pensamientos son perversos; dejan ruina y destrucción en sus caminos.


Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo?


¿Es que no tengo derecho a hacer lo que quiera con mi dinero? ¿O te da envidia de que yo sea generoso?”


Pero, si tu visión está nublada, todo tu ser estará en oscuridad. Si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué densa será esa oscuridad!


Porque de dentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios,


Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona.


Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo.


No des cabida en tu corazón a la perversa idea de que, por acercarse el año séptimo, año del perdón de las deudas, puedes hacerle mala cara a tu hermano hebreo necesitado y no darle nada. De lo contrario, él podrá apelar al Señor contra ti, y tú resultarás convicto de pecado.


Aun el más tierno y sensible de tus hombres no tendrá compasión de su propio hermano, ni de la esposa que ama, ni de los hijos que todavía le queden,


que aun la más tierna y sensible de tus mujeres, tan sensible y tierna que no se atrevería a rozar el suelo con la planta de los pies, no tendrá compasión de su propio esposo al que ama, ni de sus hijos ni de sus hijas.


Porque esta es la voluntad de Dios: que, practicando el bien, hagáis callar la ignorancia de los insensatos.


Así mismo, jóvenes, someteos a los ancianos. Revestíos todos de humildad en vuestro trato mutuo, porque «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes».


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