Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Marcos 14:18 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

18 Mientras estaban sentados a la mesa comiendo, dijo: ―Os aseguro que uno de vosotros, que está comiendo conmigo, me va a traicionar.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

18 Y cuando se sentaron a la mesa, mientras comían, dijo Jesús: De cierto os digo que uno de vosotros, que come conmigo, me va a entregar.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Mientras estaban a la mesa, comiendo, Jesús dijo: «Les digo la verdad, uno de ustedes que está aquí comiendo conmigo me traicionará».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Y mientras estaban a la mesa comiendo, les dijo: 'Les aseguro que uno de ustedes me va a entregar, uno que comparte mi pan.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

18 y estando ellos reclinados° a la mesa y comiendo, Jesús dijo: De cierto os digo que uno° de vosotros, que está comiendo conmigo, me entregará.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Y mientras estaban a la mesa comiendo, Jesús dijo: 'Os aseguro que uno de vosotros me entregará, uno que está comiendo conmigo'.

Gade chapit la Kopi




Marcos 14:18
36 Referans Kwoze  

Hasta mi mejor amigo, en quien yo confiaba y que compartía el pan conmigo, me ha puesto la zancadilla.


Mientras comían, les dijo: ―Os aseguro que uno de vosotros me va a traicionar.


Os aseguro que, mientras existan el cielo y la tierra, ni una letra ni una tilde de la ley desaparecerán hasta que todo se haya cumplido.


»Cuando ayunéis, no pongáis cara triste como hacen los hipócritas, que demudan sus rostros para mostrar que están ayunando. Os aseguro que estos ya han obtenido toda su recompensa.


»Por eso, cuando des a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Os aseguro que ellos ya han recibido toda su recompensa.


»Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Os aseguro que ya han obtenido toda su recompensa.


Os aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño de ninguna manera entrará en él».


―Os aseguro —respondió Jesús— que todo el que por mi causa y la del evangelio haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o terrenos


Al anochecer llegó Jesús con los doce.


Ellos se pusieron tristes, y uno tras otro empezaron a preguntarle: ―¿Acaso seré yo?


Os aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta aquel día en que beba el vino nuevo en el reino de Dios.


Os aseguro que en cualquier parte del mundo donde se predique el evangelio, se contará también, en memoria de esta mujer, lo que ella hizo.


Os aseguro que todos los pecados y blasfemias se les perdonarán a todos por igual,


Y, si en algún lugar no os reciben bien o no os escuchan, al salir de allí sacudíos el polvo de los pies, como un testimonio contra ellos».


Él lanzó un profundo suspiro y dijo: «¿Por qué pide esta generación una señal milagrosa? Os aseguro que no se le dará ninguna señal».


Y añadió: ―Os aseguro que algunos de los aquí presentes no sufrirán la muerte sin antes haber visto el reino de Dios llegar con poder.


Os aseguro que cualquiera que os dé un vaso de agua en mi nombre por ser vosotros de Cristo no perderá su recompensa.


desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, el que murió entre el altar y el santuario. Sí, os aseguro que de todo esto se le pedirá cuentas a esta generación.


Pero sabed que la mano del que va a traicionarme está con la mía, sobre la mesa.


Pues bien, os aseguro que a ningún profeta lo aceptan en su propia tierra.


―Ciertamente os aseguro que veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.


»No me refiero a todos vosotros; yo sé a quiénes he escogido. Pero esto es para que se cumpla la Escritura: “El que comparte el pan conmigo me ha puesto la zancadilla”.


Dicho esto, Jesús se angustió profundamente y declaró: ―Ciertamente os aseguro que uno de vosotros me va a traicionar.


Los discípulos se miraban unos a otros sin saber a cuál de ellos se refería.


―¿Darás tú la vida por mí? ¡De veras te aseguro que, antes de que cante el gallo, me negarás tres veces!


De veras te aseguro que cuando eras más joven te vestías tú mismo e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos y otro te vestirá y te llevará adonde no quieras ir.


Te aseguro que hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto personalmente, pero vosotros no aceptáis nuestro testimonio.


―De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús.


―Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios —respondió Jesús—.


Entonces Jesús afirmó: ―Ciertamente os aseguro que el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, sino solamente lo que ve que su Padre hace, porque cualquier cosa que hace el Padre, la hace también el Hijo.


―Ciertamente os aseguro que me buscáis no porque habéis visto señales, sino porque comisteis pan hasta llenaros.


―Ciertamente os aseguro que no fue Moisés el que os dio el pan del cielo —afirmó Jesús—. El que da el verdadero pan del cielo es mi Padre.


Ciertamente os aseguro que el que cree tiene vida eterna.


―¿No os he escogido yo a vosotros doce? —repuso Jesús—. No obstante, uno de vosotros es un diablo.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite