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Levítico 23:17 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

17 Desde vuestro lugar de residencia le llevaréis al Señor, como ofrenda mecida de las primicias, dos panes hechos con cuatro kilos de flor de harina, cocidos con levadura.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

17 De vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de efa de flor de harina, cocidos con levadura, como primicias para Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Desde dondequiera que vivas, llevarás dos panes para ser levantados delante del Señor como ofrenda especial. Prepara cada uno de los panes con cuatro litros de harina selecta, y hornéalos con levadura. Serán una ofrenda al Señor de la primera de tus cosechas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Traerán de sus casas, para ofrecerlos, dos panes de dos décimas de flor de harina cocidos con levadura: éstas serán sus primicias para Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Desde vuestros asentamientos llevaréis dos panes de dos décimas de flor de harina horneados con levadura, como ofrenda mecida, como primicias a YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Llevaréis de vuestras casas dos panes cocidos con levadura, cada uno de dos décimas de flor de harina, que ofreceréis con el rito del balanceo como primicias a Yahveh.

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Levítico 23:17
22 Referans Kwoze  

Convinimos en llevar a los almacenes del templo de nuestro Dios las primicias de nuestra molienda, de nuestras ofrendas, del fruto de nuestros árboles, de nuestro vino nuevo y de nuestro aceite, para los sacerdotes que ministran en el templo de nuestro Dios. Convinimos también en dar la décima parte de nuestras cosechas a los levitas, pues son ellos quienes recolectan todo esto en los pueblos donde trabajamos.


»No te demores en presentarme las ofrendas de tus graneros y de tus lagares. »El primogénito de tus hijos será para mí.


»La fiesta de la cosecha la celebrarás cuando recojas las primicias de tus siembras. »La fiesta de recolección de fin de año la celebrarás cuando recojas tus cosechas.


»Llevarás a la casa del Señor tu Dios lo mejor de tus primicias. »No cocerás ningún cabrito en la leche de su madre.


»Celebra con las primicias la fiesta de las Semanas, y también la fiesta de la cosecha de fin de año.


»Lleva tus mejores primicias a la casa del Señor tu Dios. »No cuezas ningún cabrito en la leche de su madre».


Llevaréis al Señor levadura y miel como ofrenda de primicias, pero no las pondréis sobre el altar como aroma grato.


que les dijera a los israelitas: «Cuando hayáis entrado en la tierra que os voy a dar, y seguéis la mies, deberéis llevar al sacerdote una gavilla de las primeras espigas que cosechéis.


Junto con el pan deberéis presentar siete corderos de un año, sin defecto, un novillo y dos carneros. Seréis, junto con vuestras ofrendas de cereal y vuestras ofrendas de libación, un holocausto al Señor, una ofrenda presentada por fuego, de aroma grato al Señor.


Junto con el sacrificio de comunión en acción de gracias, se deberá presentar una ofrenda de pan con levadura.


El Señor le ordenó a Moisés


»De las primicias que ellos traigan al Señor te daré también lo mejor del aceite, del vino nuevo y de los cereales.


Ellos traerán al Señor las primicias de todo lo que la tierra produce, y yo te las entregaré a ti. Toda persona que esté ritualmente pura podrá comer de ellas.


»Durante la fiesta de las Semanas, presentarás al Señor una ofrenda de grano nuevo en el día de las primicias, y celebrarás también una fiesta solemne. Ese día nadie realizará ningún tipo de trabajo.


Les contó otra parábola más: «El reino de los cielos es como la levadura que una mujer tomó y mezcló en una gran cantidad de harina, hasta que fermentó toda la masa».


Y no solo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo.


Lo cierto es que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, como primicias de los que murieron.


Por su propia voluntad nos hizo nacer mediante la palabra de verdad, para que fuéramos como los primeros y mejores frutos de su creación.


Estos se mantuvieron puros, sin contaminarse con ritos sexuales. Son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Fueron rescatados como los primeros frutos de la humanidad para Dios y el Cordero.


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