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Jueces 2:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

14 Entonces el Señor se enfureció contra los israelitas y los entregó en manos de invasores que los saquearon. Los vendió a sus enemigos que tenían a su alrededor, a los que ya no pudieron hacerles frente.

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Biblia Reina Valera 1960

14 Y se encendió contra Israel el furor de Jehová, el cual los entregó en manos de robadores que los despojaron, y los vendió en mano de sus enemigos de alrededor; y no pudieron ya hacer frente a sus enemigos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 lo cual hizo que el Señor ardiera de enojo contra Israel y que los entregara en manos de saqueadores, quienes les robaron sus posesiones. Los vendió a los enemigos que tenían a su alrededor, y ya no podían vencerlos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Los entregó en manos de salteadores que los despojaron, los vendió a sus enemigos de todo el contorno: ya no oponían más resistencia a sus enemigos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Por eso la ira de YHVH se encendió contra Israel, y los entregó en manos de saqueadores que los despojaron, y los entregó en manos de sus enemigos en derredor, de manera que ya no pudieron hacer frente a sus enemigos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 La cólera de Yahveh se encendió contra Israel y los entregó en manos de salteadores, que los saquearon, y los dejó vendidos a sus enemigos de alrededor, sin que pudieran ellos resistir a sus enemigos.

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Jueces 2:14
35 Referans Kwoze  

Una vez más, la ira del Señor se encendió contra Israel, así que el Señor incitó a David contra el pueblo al decirle: «Haz un censo de Israel y de Judá».


desde el día en que nombré gobernantes sobre mi pueblo Israel. Y a ti te daré descanso de todos tus enemigos. »”Pero ahora el Señor te hace saber que será él quien te construya una casa.


Por eso la ira del Señor se encendió contra los israelitas y, por mucho tiempo, los puso bajo el poder de Jazael, rey de Siria, y de su hijo Ben Adad.


Por eso el Señor rechazó a todos los israelitas: los afligió y los entregó en manos de invasores, y acabó por arrojarlos de su presencia.


En aquellos tiempos no había seguridad para ningún viajero, sino que los habitantes de todos los países sufrían grandes calamidades.


Por eso el Señor su Dios lo entregó al poder del rey de Siria. Los sirios lo derrotaron, y capturaron una gran cantidad de prisioneros que se llevaron a Damasco. Acaz también cayó en poder del rey de Israel, quien le infligió una gran derrota.


Pero ellos se burlaban de los mensajeros de Dios, tenían en poco sus palabras, y se mofaban de sus profetas. Por fin, el Señor desató su ira contra el pueblo, y ya no hubo remedio.


Por eso los entregaste a sus enemigos, y estos los oprimieron. En tiempo de angustia clamaron a ti, y desde el cielo los escuchaste; por tu inmensa compasión les enviaste salvadores para que los liberaran de sus enemigos.


Cual si fuéramos ovejas nos has entregado para que nos devoren, nos has dispersado entre las naciones.


Has vendido a tu pueblo muy barato, y nada has ganado con su venta.


¿Quién entregó a Jacob para el despojo, a Israel para el saqueo? ¿No es acaso el Señor, a quien su pueblo ha ofendido? No siguió sus caminos ni obedeció su ley.


Así dice el Señor: «A vuestra madre, yo la repudié; ¿dónde está el acta de divorcio? ¿A cuál de mis acreedores os he vendido? Por causa de vuestras iniquidades, fuisteis vendidos; por vuestras transgresiones fue despedida vuestra madre.


Y aunque derrotaseis a todo el ejército babilonio, y solo quedaran en sus campamentos algunos hombres heridos, estos se levantarían e incendiarían esta ciudad”».


Yo os negaré mi favor, y vuestros adversarios os derrotarán. Vuestros enemigos os dominarán, y vosotros huiréis sin que nadie os persiga.


entonces yo también me pondré definitivamente en contra vuestra. Siete veces os castigaré por vuestros pecados,


Como si huyeran de la espada, tropezarán unos con otros sin que nadie los persiga, y no podréis hacer frente a vuestros enemigos.


El Señor se encendió en ira contra Israel, y los hizo vagar por el desierto cuarenta años, hasta que murió toda la generación que había pecado.


»¡Y ahora vosotros, raza de pecadores, venís en lugar de vuestros padres para aumentar la ira del Señor contra Israel!


»El Señor enviará contra ti maldición, confusión y fracaso en toda la obra de tus manos, hasta que en un abrir y cerrar de ojos quedes arruinado y exterminado por tu mala conducta y por haberme abandonado.


»El Señor hará que te derroten tus enemigos. Avanzarás contra ellos en perfecta formación, pero huirás en desbandada. ¡Todos los reinos de la tierra te humillarán!


»Si no te empeñas en practicar todas las palabras de esta ley, que están escritas en este libro, ni temes al Señor tu Dios, ¡nombre glorioso e imponente!,


¿Cómo podría un hombre perseguir a mil si su Roca no los hubiera vendido? ¿Cómo podrían dos hacer huir a diez mil si el Señor no los hubiera entregado?


Si no cumplís con el pacto que el Señor vuestro Dios os ha ordenado, sino que seguís a otros dioses, adorándolos e inclinándoos ante ellos, tened por seguro que la ira del Señor se descargará sobre vosotros y que seréis borrados de la buena tierra que el Señor os ha entregado».


El Señor estaba con los hombres de Judá. Estos tomaron posesión de la región montañosa, pero no pudieron expulsar a los que vivían en las llanuras, porque esa gente contaba con carros de hierro.


Los amorreos hicieron retroceder a los de la tribu de Dan hasta la región montañosa, y no les permitieron bajar a la llanura.


él se enfureció contra ellos. Los vendió a los filisteos y a los amonitas,


Por eso el Señor se enfureció contra Israel y dijo: «Puesto que esta nación ha violado el pacto que yo establecí con sus antepasados y no me ha obedecido,


Una vez más los israelitas hicieron lo que ofende al Señor y, por causa del mal que hicieron, el Señor le dio poder sobre ellos a Eglón, rey de Moab.


Así que el Señor los vendió a Jabín, un rey cananeo que reinaba en Jazor. El jefe de su ejército era Sísara, que vivía en Jaroset Goyim.


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