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Juan 19:20 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

20 Muchos de los judíos lo leyeron, porque el sitio en que crucificaron a Jesús estaba cerca de la ciudad. El letrero estaba escrito en arameo, latín y griego.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

20 Y muchos de los judíos leyeron este título; porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y el título estaba escrito en hebreo, en griego y en latín.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 El lugar donde crucificaron a Jesús estaba cerca de la ciudad, y el letrero estaba escrito en hebreo, en latín y en griego, para que muchos pudieran leerlo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Muchos judíos leyeron este letrero, pues el lugar donde Jesús fue crucificado estaba muy cerca de la ciudad. Además estaba escrito en hebreo, latín y griego.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Muchos de los judíos leyeron este título, porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y había sido escrito en hebreo, en latín y en griego.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Muchos judíos leyeron este letrero, porque el lugar en donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad y estaba redactado en hebreo, en latín y en griego.

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Juan 19:20
11 Referans Kwoze  

Resulta que había sobre él un letrero, que decía: «Este es el Rey de los judíos».


Al oír esto, Pilato llevó a Jesús hacia fuera y se sentó en el tribunal, en un lugar al que llamaban el Empedrado (que en arameo se dice Gabatá).


Como era el día judío de la preparación, y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.


Había allí, junto a la puerta de las Ovejas, un estanque rodeado de cinco pórticos, cuyo nombre en arameo es Betzatá.


Cuando los soldados estaban a punto de meterlo en el cuartel, Pablo le preguntó al comandante: ―¿Me permites decirte algo? ―¿Hablas griego? —replicó el comandante—.


Con el permiso del comandante, Pablo se puso de pie en las gradas e hizo una señal con la mano a la multitud. Cuando todos guardaron silencio, les dijo en arameo:


Al oír que les hablaba en arameo, guardaron más silencio. Pablo continuó:


Todos caímos al suelo, y yo oí una voz que me decía en arameo: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? ¿Qué sacas con darte cabezazos contra la pared?”


Por eso también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, sufrió fuera de la puerta de la ciudad.


Entonces los espíritus de los demonios reunieron a los reyes en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.


El rey que los dirigía era el ángel del abismo, que en hebreo se llama Abadón y en griego Apolión.


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