Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Job 42:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

8 Tomad ahora siete toros y siete carneros, e id con mi siervo Job y ofreced un holocausto por vosotros mismos. Mi siervo Job orará por vosotros, y yo atenderé a su oración y no os haré quedar en vergüenza. Y conste que, a diferencia de mi siervo Job, lo que vosotros habéis dicho de mí no es verdad».

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

8 Ahora, pues, tomaos siete becerros y siete carneros, e id a mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto a él atenderé para no trataros afrentosamente, por cuanto no habéis hablado de mí con rectitud, como mi siervo Job.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Así que, tomen siete toros y siete carneros, vayan a mi siervo Job y ofrezcan una ofrenda quemada por ustedes mismos. Mi siervo Job orará, y yo aceptaré la oración a favor de ustedes. No los trataré como se merecen, a pesar de no haber hablado de mí con exactitud, como lo hizo mi siervo Job».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Por lo tanto, consíganse siete becerros y siete carneros y vayan a ver a mi servidor Job. Ofrecerán un sacrificio de holocaustos, mientras que mi servidor Job rogará por ustedes. Ustedes no han hablado bien de mí, como hizo mi servidor Job, pero los perdonaré en consideración a él.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Tomad, pues, siete becerros y siete carneros, e id a mi siervo Job y ofreced holocausto por vosotros. Y mi siervo Job intercederá por vosotros, porque Yo levantaré su rostro, para no hacer con vosotros conforme a vuestra insensatez, pues no habéis hablado de mí lo recto, como mi siervo Job.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Tomad pues, siete becerros y siete carneros, acudid ante mi siervo Job y ofrecedlos por vosotros en holocausto. Mi siervo Job intercederá por vosotros y en atención a él no os castigaré por no haber hablado rectamente de mí, como mi siervo Job'.

Gade chapit la Kopi




Job 42:8
33 Referans Kwoze  

Entonces Abraham oró a Dios, y Dios sanó a Abimélec y permitió que su esposa y sus siervas volvieran a tener hijos,


Pero ahora devuelve esa mujer a su esposo, porque él es profeta y va a interceder por ti para que vivas. Si no lo haces, ten por seguro que morirás junto con todos los tuyos.


Y, como Dios ayudaba a los levitas que transportaban el arca del pacto del Señor, se sacrificaron siete toros y siete carneros.


Llevaron siete bueyes, siete carneros y siete corderos; además, como ofrenda por el pecado del reino, del santuario y de Judá, llevaron siete machos cabríos. El rey ordenó a los sacerdotes descendientes de Aarón que los ofrecieran en holocausto sobre el altar del Señor.


Una vez terminado el ciclo de los banquetes, Job se aseguraba de que sus hijos se purificaran. Muy de mañana ofrecía un holocausto por cada uno de ellos, pues pensaba: «Tal vez mis hijos hayan pecado y maldecido en su corazón a Dios». Para Job esta era una costumbre cotidiana.


―¿Te has puesto a pensar en mi siervo Job? —volvió a preguntarle el Señor—. No hay en la tierra nadie como él; es un hombre recto e intachable, que me honra y vive apartado del mal.


Él salva al que es inocente, y por tu honradez quedarás a salvo».


Hagas el mal o hagas el bien, los únicos afectados serán tus semejantes.


Elifaz de Temán, Bildad de Súah y Zofar de Namat fueron y cumplieron con lo que el Señor les había ordenado, y el Señor atendió a la oración de Job.


No nos trata conforme a nuestros pecados ni nos paga según nuestras maldades.


Dicho esto, Jetro le presentó a Dios un holocausto y otros sacrificios, y Aarón y todos los ancianos de Israel se sentaron a comer con el suegro de Moisés en presencia de Dios.


Ante ti vendrán a inclinarse los hijos de tus opresores; todos los que te desprecian se postrarán a tus pies, y te llamarán “Ciudad del Señor”, “Sión del Santo de Israel”.


Entonces el Señor me dijo: «No ruegues por el bienestar de este pueblo.


El Señor me dijo: «Aunque Moisés y Samuel se presentaran ante mí, no tendría compasión de este pueblo. ¡Échalos de mi presencia! ¡Que se vayan!


Y, aun si Noé, Daniel y Job vivieran en ese país, solo ellos se salvarían por su justicia. Lo afirmo yo, el Señor omnipotente.


Y cada día, durante los siete días de la fiesta, el príncipe deberá ofrecer en holocausto al Señor siete terneros y siete carneros sin defecto. Además, cada día ofrecerá un macho cabrío como sacrificio por el pecado.


Balán le dijo a Balac: «Edifícame siete altares en este lugar, y prepárame siete novillos y siete carneros».


Así que lo llevó al campo de Zofín en la cumbre del monte Pisgá. Allí edificó siete altares, y en cada uno de ellos ofreció un novillo y un carnero.


Allí Balán le dijo: ―Edifícame siete altares en este lugar, y prepárame siete novillos y siete carneros.


Y, he aquí, una voz del cielo decía: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él».


para alabanza de su gloriosa gracia, que nos concedió en su Amado.


Alejandro el herrero me ha hecho mucho daño. El Señor le dará su merecido.


ya que es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados.


Por eso también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos.


¿Está enfermo alguno de vosotros? Haga llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor.


Por eso, confesaos unos a otros vuestros pecados, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.


Si alguno ve a su hermano cometer un pecado que no lleva a la muerte, ore por él y Dios le dará vida. Me refiero a quien comete un pecado que no lleva a la muerte. Hay un pecado que sí lleva a la muerte, y en ese caso no digo que se ore por él.


Este es el que vino mediante agua y sangre, Jesucristo; no solo mediante agua, sino mediante agua y sangre. El Espíritu es quien da testimonio de esto, porque el Espíritu es la verdad.


Voy a hacer que los de la sinagoga de Satanás, que dicen ser judíos, pero que en realidad mienten, vayan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado.


Dicho esto, David aceptó lo que ella le había traído. ―Vuelve tranquila a tu casa —añadió—. Como puedes ver, te he hecho caso: te concedo lo que me has pedido.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite