Isaías 65:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

³ Es un pueblo que en mi propia cara constantemente me provoca; que ofrece sacrificios en los jardines y quema incienso en los altares;

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³ pueblo que en mi rostro me provoca de continuo a ira, sacrificando en huertos, y quemando incienso sobre ladrillos;

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ Todo el día me insultan en mi propia cara al rendir culto a ídolos en sus huertos sagrados y al quemar incienso en altares paganos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ Este pueblo me provoca continuamente en mi propia cara, haciendo sacrificios en los jardines, quemando perfumes sobre ladrillos,

La Biblia Textual 3a Edicion

³ Pueblo que en mi propia cara me provoca a ira continuamente, Que sacrifica en huertos y quema incienso sobre ladrillos;°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ un pueblo que me ofende constantemente en mi propia cara, que sacrifican en los jardines, y queman incienso sobre los ladrillos,

Isaías 65:3 Referans Kwoze

2 Reyes 22:17

Ellos me han abandonado; han quemado incienso a otros dioses y me han provocado a ira con todos sus ídolos. Por eso mi ira arde contra este lugar, y no se apagará’.

Job 1:11

Pero extiende la mano y quítale todo lo que posee, ¡a ver si no te maldice en tu propia cara!

Job 2:5

Pero extiende la mano y hiérelo, ¡a ver si no te maldice en tu propia cara!

Salmos 78:40

¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto, y lo entristecieron en los páramos!

Salmos 78:58

Lo irritaron con sus santuarios paganos; con sus ídolos despertaron sus celos.

Isaías 1:29

Se avergonzarán de las encinas que tanto amáis; los jardines que elegisteis serán para ellos una afrenta.

Isaías 3:8

Jerusalén se tambalea, Judá se derrumba, porque su hablar y su actuar son contrarios al Señor: ¡desafían su gloriosa presencia!

Isaías 66:17

«Juntos perecerán los que se santifican y se purifican para entrar en los jardines, siguiendo a uno que va al frente, y los que comen carne de cerdo, ratas y otras cosas abominables —afirma el Señor—.

Isaías 66:3

Pero los que sacrifican toros son como los que matan hombres; los que ofrecen corderos son como los que desnucan perros; los que presentan ofrendas de grano son como los que ofrecen sangre de cerdo, y los que queman ofrendas de incienso son como los que adoran ídolos. Ellos han escogido sus propios caminos, y se deleitan en sus abominaciones.

Jeremías 3:6

Durante el reinado del rey Josías el Señor me dijo: «¿Has visto lo que ha hecho Israel, la infiel? Se fue a todo monte alto, y allí, bajo todo árbol frondoso, se prostituyó.

Ezequiel 20:28

Cuando los hice entrar en la tierra que con la mano en alto había jurado darles, cualquier cerro o árbol frondoso que veían les venía bien para hacer sacrificios y presentarme esas ofrendas que tanto me ofenden. Allí quemaban incienso y derramaban sus libaciones.

Levítico 17:5

El propósito de este mandamiento es que los israelitas lleven al Señor los sacrificios que suelen hacer en el campo. Deberán llevarlos al sacerdote, a la entrada de la Tienda de reunión, y ofrecérselos al Señor como sacrificios de comunión.

Deuteronomio 32:21

Me provocaron a celos con lo que no es Dios como yo, y me enojaron con sus ídolos inútiles. Pues yo haré que ellos sientan envidia de los que no son pueblo; voy a irritarlos con una nación insensata.