Isaías 44:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

³ que regaré con agua la tierra sedienta y con arroyos el suelo seco; derramaré mi Espíritu sobre tu descendencia y mi bendición sobre tus vástagos,

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³ Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos;

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ Pues derramaré agua para calmar tu sed y para regar tus campos resecos; derramaré mi Espíritu sobre tus descendientes, y mi bendición sobre tus hijos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ Derramaré agua sobre el suelo sediento y los riachuelos correrán en la tierra seca. Derramaré mi espíritu sobre tu raza y mi bendición cubrirá tus descendientes.

La Biblia Textual 3a Edicion

³ Yo derramaré aguas sobre el sequedal, Y torrentes sobre la tierra seca: Derramaré mi Espíritu sobre tu simiente, Y mi bendición sobre tus renuevos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ Derramaré agua sobre el sediento suelo, arroyos sobre el sequedal; derramaré mi espíritu sobre tu estirpe y mi bendición sobre tus vástagos:

Isaías 44:3 Referans Kwoze

Job 5:25

Llegarás a tener muchos hijos, y descendientes como la hierba del campo.

Salmos 107:35

Convirtió el desierto en fuentes de agua, la tierra seca en manantiales;

Salmos 63:1

Oh Dios, tú eres mi Dios; yo te busco intensamente. Mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta.

Proverbios 1:23

Responded a mis reprensiones, y yo os abriré mi corazón; os daré a conocer mis pensamientos.

Isaías 27:3

Yo, el Señor, soy su guardián; todo el tiempo riego mi viña. Día y noche cuido de ella para que nadie le haga daño.

Isaías 32:15

hasta que desde lo alto el Espíritu sea derramado sobre nosotros. Entonces el desierto se volverá un campo fértil, y el campo fértil se convertirá en bosque.

Isaías 32:2

Cada uno será como un refugio contra el viento, como un resguardo contra la tormenta; como arroyos de agua en tierra seca, como la sombra de un peñasco en el desierto.

Isaías 41:17

»Los pobres y los necesitados buscan agua, pero no la encuentran; la sed les ha resecado la lengua. Pero yo, el Señor, les responderé; yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.

Isaías 48:19

Como la arena serían tus descendientes; como los granos de arena, tus hijos; su nombre nunca habría sido eliminado ni borrado de mi presencia».

Isaías 48:21

Cuando los guio a través de los desiertos, no tuvieron sed; hizo que de la roca brotara agua para ellos; partió la roca, y manaron las aguas.

Isaías 49:10

No tendrán hambre ni sed, no los abatirá el sol ni el calor, porque los guiará quien tiene compasión de ellos, y los conducirá junto a manantiales de agua.

Isaías 55:1

»¡Venid a las aguas todos los que tengáis sed! ¡Venid a comprar y a comer los que no tengáis dinero! Venid, comprad vino y leche sin pago alguno.

Isaías 59:21

»En cuanto a mí —dice el Señor—, este es mi pacto con ellos: Mi Espíritu que está sobre ti, y mis palabras que he puesto en tus labios, no se apartarán más de ti, ni de tus hijos ni de sus descendientes, desde ahora y para siempre —dice el Señor—.

Isaías 61:9

Sus descendientes serán conocidos entre las naciones, y sus vástagos, entre los pueblos. Quienes los vean reconocerán que ellos son descendencia bendecida por el Señor».

Isaías 65:23

No trabajarán en vano, ni tendrán hijos para la desgracia; tanto ellos como su descendencia serán simiente bendecida por el Señor.

Ezequiel 34:26

Haré que ellas y los alrededores de mi colina sean una fuente de bendición. Haré caer lluvias de bendición en el tiempo oportuno.

Ezequiel 36:27

Infundiré mi Espíritu en vosotros, y haré que sigáis mis preceptos y obedezcáis mis leyes.

Ezequiel 39:29

Ya no volveré a darles la espalda, pues derramaré mi Espíritu sobre Israel. Yo, el Señor, lo afirmo».

Ezequiel 47:8

Allí me dijo: «Estas aguas fluyen hacia la región oriental, descienden hasta el Arabá, y van a dar al Mar Muerto. Cuando desembocan en ese mar, las aguas son saneadas.

Oseas 10:12

¡Sembrad para vosotros justicia! ¡Cosechad el fruto del amor, y poneos a labrar el barbecho! ¡Ya es tiempo de buscar al Señor!, hasta que él venga y os envíe lluvias de justicia.

Joel 2:27

Entonces sabréis que yo estoy en medio de Israel, que yo soy el Señor vuestro Dios, y no hay otro fuera de mí. ¡Nunca más será avergonzado mi pueblo!

Joel 2:28

»Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre todo ser humano. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, tendrán sueños los ancianos y visiones los jóvenes.

Joel 3:1

»En aquellos días, en el tiempo señalado, cuando restaure yo la suerte de Judá y de Jerusalén,

Joel 3:18

»En aquel día las montañas destilarán vino dulce, y de las colinas fluirá leche; correrá el agua por los arroyos de Judá. De la casa del Señor brotará una fuente que regará el valle de las Acacias.

Miqueas 5:7

Será el remanente de Jacob, en medio de muchos pueblos, como rocío que viene del Señor, como abundante lluvia sobre la hierba, que no depende de los hombres, ni espera nada de ellos.

Zacarías 12:10

Sobre la casa real de David y los habitantes de Jerusalén derramaré un espíritu de gracia y de súplica, y entonces pondrán sus ojos en mí. Harán lamentación por el que traspasaron, como quien hace lamentación por su hijo único; llorarán amargamente, como quien llora por su primogénito.

Mateo 12:43

»Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va por lugares áridos, buscando descanso sin encontrarlo.

Hechos 10:45

Los defensores de la circuncisión que habían llegado con Pedro se quedaron asombrados de que el don del Espíritu Santo se hubiera derramado también sobre los gentiles,

Hechos 2:17

»“Sucederá que en los últimos días —dice Dios— derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano. Vuestros hijos e hijas profetizarán, tendrán visiones los jóvenes y sueños los ancianos.

Hechos 2:33

Exaltado por el poder de Dios, y habiendo recibido del Padre el Espíritu Santo prometido, ha derramado esto que vosotros ahora veis y oís.

Hechos 2:39

En efecto, la promesa es para vosotros, para vuestros hijos y para todos los extranjeros, es decir, para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios quiera llamar.

Apocalipsis 21:6

También me dijo: «Ya todo está hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tenga sed le daré a beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida.

Apocalipsis 22:17

El Espíritu y la novia dicen: «¡Ven!»; y el que escuche diga: «¡Ven!» El que tenga sed, venga; y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.