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Isaías 32:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

14 La fortaleza será abandonada, y desamparada la ciudad populosa; para siempre convertidas en cuevas quedarán la ciudadela y la atalaya; convertidas en deleite de asnos, en pastizal de rebaños,

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Biblia Reina Valera 1960

14 Porque los palacios quedarán desiertos, la multitud de la ciudad cesará; las torres y fortalezas se volverán cuevas para siempre, donde descansen asnos monteses, y ganados hagan majada;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 El palacio y la ciudad quedarán abandonados, y pueblos de mucha actividad estarán vacíos. Los burros retozarán y las manadas pastarán en los fuertes abandonados y en las torres de vigilancia,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 El palacio está abandonado, la ciudad bulliciosa está solitaria; el ofel y la torre de guardia han sido convertidos en ruinas para siempre; serán, en adelante, unos lugares donde gocen los burros salvajes o donde pasten los rebaños.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 El palacio quedará vacío, La ciudad populosa desierta, El collado y la atalaya, convertidos en baldíos para siempre, En delicia de asnos Y pastizal de rebaños.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Porque el palacio está abandonado, el tumulto de la ciudad ha cesado, el Ofel y la Torre se han convertido para siempre en cavernas, delicia de onagros, pastizal de rebaños.

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Isaías 32:14
27 Referans Kwoze  

y le prendió fuego al templo del Señor, al palacio real y a todas las casas de Jerusalén, incluso a todos los edificios importantes.


Después de esto, Manasés construyó la muralla exterior en la Ciudad de David, la cual iba desde el oeste de Guijón, en el valle, hasta la puerta del Pescado, y rodeaba Ofel. Además, colocó jefes militares en todas las ciudades fortificadas de Judá


Los servidores del templo que vivían en Ofel reconstruyeron el sector oriental que está frente a la puerta del Agua y la torre que allí sobresale.


De ellas beben todas las bestias del campo; allí los asnos monteses calman su sed.


ciudad llena de disturbios, de tumultos y parrandas? Tus víctimas no cayeron a filo de espada ni murieron en batalla.


La ciudad del caos yace desolada; cerrado está el acceso a toda casa.


La ciudad está en ruinas; su puerta está hecha pedazos.


Has convertido la ciudad en un montón de escombros, la ciudad fortificada en una ruina. Ya no es ciudad la ciudadela de extranjeros; nunca más volverá a ser reconstruida.


En ruinas está la ciudad fortificada; es un sitio sin habitantes, abandonado como el desierto. Allí se echa el ternero, allí pace y deshoja las ramas.


Las puertas de la ciudad gemirán y se vestirán de luto; desolada, la ciudad se sentará en el suelo.


El Señor Todopoderoso me ha dicho al oído: «Muchas casas quedarán desoladas, y no habrá quien habite las grandes mansiones.


Entonces exclamé: ―¿Hasta cuándo, Señor? Y él respondió: «Hasta que las ciudades queden destruidas y sin habitante alguno; hasta que las casas queden deshabitadas, y los campos, asolados y en ruinas;


En aquel día, allí donde hubo mil viñedos que costaban mil monedas de plata cada uno, no quedarán más que zarzas y espinos,


Parados sobre las lomas desiertas, y con los ojos desfallecientes, los asnos salvajes jadean como chacales porque ya no tienen hierba».


Porque así dice el Señor, Dios de Israel, acerca de las casas de esta ciudad y de los palacios de los reyes de Judá, que van a ser derribados para levantar defensas contra la espada y contra las rampas de asalto:


Allí, en el territorio de Jamat, el rey los hizo ejecutar. Así Judá fue desterrado y llevado cautivo.


¡Vamos, ataquémosla de noche, y destruyamos sus fortalezas!»


De lo contrario, la desnudaré por completo; la dejaré como el día en que nació. La pondré como un desierto: ¡la convertiré en tierra seca y la mataré de sed!


Por lo tanto, por culpa vuestra Sión será como un campo arado; Jerusalén quedará en ruinas, y el monte del templo se volverá un matorral.


Esta es la ciudad alegre que habitaba segura, la que se decía a sí misma: «Yo y nadie más». ¡Cómo ha quedado convertida en espanto, en guarida de fieras! Todo el que pasa junto a ella se mofa y le hace gestos con las manos.


Y allí pastarán las ovejas del remanente de la tribu de Judá. Al atardecer se echarán a descansar en las casas de Ascalón; el Señor su Dios vendrá en su ayuda para restaurarlos.


»Ahora bien, cuando veáis Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed que su desolación ya está cerca.


Caerán a filo de espada y los llevarán cautivos a todas las naciones. Los gentiles pisotearán Jerusalén, hasta que se cumplan los tiempos señalados para ellos.


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